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Torre Negra: la batalla más larga de Núñez i Navarro

El Supremo ha concedido una nueva victoria a la promotora catalana en su interminable guerra contra el Ayuntamiento de Sant Cugat, en Barcelona, y la Generalitat catalana, para levantar 2.800 viviendas en un área del municipio.

EjePrime

22 may 2017 - 04:57

Imagen aérea de la Masia de Torre Negra, en Sant Cugat.

 

Una guerra interminable en la que se entremezclan política, urbanismo, ecología y negocio inmobiliario, y que tiene como uno de sus protagonistas a un promotor inmobiliario incombustible, el ex presidente del FC Barcelona Josep Lluís Núñez. Y, además, con un nombre propio de una novela: Torre Negra.

 

En los últimos días, el Tribunal Supremo ha desestimado el recurso presentado por la Generalitat catalana y el ayuntamiento del municipio barcelonés de Sant Cugat del Vallès contra el proyecto urbanístico de Núñez i Navarro. La promotora lleva desde principios de los noventa tratando de obtener la calificación de suelo urbanizable en los terrenos del sector de Torre Negra, situados junto al parque natural de Collserola, con la intención de edificar 2.800 viviendas.

 

La decisión del Alto Tribunal supone una clara victoria para la promotora, pero no el final de la guerra legal con el Ayuntamiento de Sant Cugat, que ha anunciado nuevas medidas para volver a bloquear la edificabilidad de la zona, según Expansión.

 

En concreto, al sentencia del Supremo desestima el recurso de casación presentado por Ayuntamiento y Generalitat y confirma el fallo dictado en 2015 por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (Tsjc), que rechazó la modificación del Plan General Metropolitano aprobado en 2012 por Sant Cugat, aduciendo a criterios de protección medioambiental.

 

La sentencia llega poco más de un año después de otra decisión del Supremo, en la que confirmó la exclusión de los terrenos de Torre Negra del parque de Collserola desoyendo las pretensiones del Ayuntamiento de Sant Cugat y la Generalitat catalana. Este sentencia de 2016 tumbó otro de los intentos de bloqueo del plan urbanístico, a través de la aprobación, por parte del Gobierno catalán, de un parque parque natural que engloba nueve municipios y suma un total de 8.295 hectáreas.

 

 

Se da la circunstancia de que Sant Cugat es uno de los municipios más ricos del área metropolitana de Barcelona y una ciudad de enorme crecimiento demográfico en las últimas décadas. Con excelentes comunicaciones con Barcelona, tanto viarias o por ferrocarril, Sant Cugat fue hasta el estallido de la crisis un ejemplo también de desarrollo urbanístico residencial.

 

Según Idealista, Sant Cugat se sitúa actualmente como el noveno municipio más caro de España para comprar una vivienda, con un precio medio por metro cuadrado de 3.090 euros.

 

Torre Negra, que recibe su nombre de una masía situada en esta zona, cuenta ya con algunos terrenos edificados, ocupados por instalaciones deportivas y el recinto Esade Creápolis. Los planes de Núñez i Navarro son edificar un 17% de los terrenos y ceder al Ayuntamiento el suelo restante.

 

La alcaldesa del municipio, Mercè Conesa, es por su parte un peso pesado en la política catalana, en particular en el PDeCAT, el partido heredero de la extinta Convergència Democràtica de Catalunya. Después de suceder a Lluís Recoder en la alcaldía en 2010, Conesa fue nombrada en 2015 presidenta de la Diputación de Barcelona y, desde 2016, preside el consejo nacional del PDeCAT.

 

Por su parte, la promotora Nuñez i Navarro es una de las de mayor trayectoria en Barcelona. Caracterizada por su carácter conservador y un perfil comunicativo bajo, la compañía del ex presidente del Barça continúa con una fuerte actividad después de haber pasado ilesa por la crisis económica. Ello a pesar de la condena que llevó a prisión al mismo Núñez y a su hijo, Josep Lluís Núñez Navarro, por el soborno de técnicos de Hacienda para la evasión de impuestos.

 

Antecedentes

 En 1993, Núñez i Navarro comenzó la compra de los terrenos calificados entonces como urbanizables en el sector de Torre Negra. Se estima que la promotora controla el 60% de las 162 hectáreas de la zona. En 1998, tras varias movilizaciones urbanas contra el proyecto (que tienen en un emblemático árbol, el Pi d’en Xandri, el símbolo de la oposición), el Ayuntamiento comenzó los trámites para declarar el sector no urbanizable.

 

En 2003, la empresa presentó su plan urbanístico para edificar la zona, y el consistorio denegó el trámite, aunque en 2007 el Tsjc le obligó a hacerlo. En 2008, Ayuntamiento y Generalitat aprobaron nuevas trabas al proyecto de la promotora, las medidas que ahora ha tumbado el Tribunal Supremo.