Día de las personas mayores: Adaptar el hogar para garantizar la seguridad y autonomía

En España, cinco millones de personas viven solas, de las cuales más de dos millones son mayores de 65 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta creciente población envejecida plantea importantes desafíos en términos de seguridad y accesibilidad en los hogares, lo que aumenta el riesgo de accidentes domésticos.

Con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores, que se celebra este 1 de octubre, la plataforma de mejora del hogar Habitissimo ofrece una serie de recomendaciones para adaptar viviendas a las necesidades de las personas mayores, ayudando a fomentar su autonomía y reducir los riesgos de caídas y otros accidentes.

El baño es la principal estancia para reformar para personas mayores de 65 años, considerado de alto riesgo debido a los resbalones y caídas. El cambio de bañera por ducha, una reforma popular, facilita la movilidad y autonomía, con un coste medio de 1.200 euros, según la Guía de Precios de Habitissimo. Además, instalar asientos plegables en la ducha o barras de apoyo contribuye significativamente a la seguridad en este espacio.

“En el caso de que el asiento no se pueda incluir por el espacio del baño, se pueden usar elementos de seguridad como barras, agarraderas o pasamanos que permitirán acceder y salir de la ducha con una mayor tranquilidad y disminuyendo el riesgo de caídas”, explican desde Habitissimo.

La cocina es otra área clave para considerar, ya que se deben crear espacios amplios y accesibles para personas con movilidad reducida, como aquellas que utilizan sillas de ruedas o andadores. Distribuciones en forma de “L” o lineales permiten una mayor libertad de movimiento. Adaptar la altura de los muebles y asegurarse de que los utensilios de uso frecuente estén al alcance facilita las tareas cotidianas, con un coste medio de 5.000 euros para su amueblado.

La iluminación es otro factor clave, según Habitissimo. Las personas mayores suelen requerir más puntos de luz, especialmente en pasillos y zonas de difícil acceso, para evitar accidentes debido a la falta de visibilidad. Las luces LED son una opción recomendada, junto con la instalación de pasamanos para mayor seguridad.

Además, se debe revisar el ancho de las puertas, garantizando un mínimo de ochenta centímetros para facilitar el acceso a quienes utilizan sillas de ruedas, y eliminar cualquier obstáculo como escalones o desniveles. En su lugar, se pueden instalar rampas o plataformas salvaescaleras, además de suelos antideslizantes para minimizar el riesgo de caídas.