Mercado

Fincas rústicas, un volumen de transacciones superior a 60.000 millones en 2024

El mercado está influenciado por compraventas, herencias, arrendamientos y actividades productivas. Las condiciones climáticas y la diversidad geográfica hacen de España “una opción atractiva para diversificar inversiones”.

Fincas rústicas, un volumen de transacciones superior a 60.000 millones en 2024
Fincas rústicas, un volumen de transacciones superior a 60.000 millones en 2024

B. Huguet

13 feb 2025 - 05:00

Las fincas rústicas mueven dinero. Según datos de Fincalista, en el último ejercicio, se han registrado unas 160.000 operaciones de compraventa de fincas en España. Juan Prados, fundador de Fincalista y consejero delegado de Generandi, explica a EjePrime que “si el valor hipotecado medio de una finca rústica es de 200.000 euros y se financia el 50% del valor de la finca, esta debe de estar en torno a 400.000 euros; al transaccionar 160.000 operaciones, el valor agregado del mercado está por encima de 60.000 millones de euros”. Y hace otro cálculo con un resultado más elevado: la superficie media de una explotación agraria en el país es de 46,9 hectáreas, mientras que el precio medio de la tierra se sitúa en 10.263 euros por hectárea, de forma que “si les sumamos las operaciones en venta, el valor total estimado es de 77.000 millones de euros”.

 

No obstante, Prados señala que esta cifra podría variar en función de factores como la ubicación, el uso del suelo y la evolución del mercado inmobiliario rural. Y añade que, además de la compraventa, este ámbito “también está influenciado por otro tipo de operaciones, como las transmisiones por herencia, arrendamientos y actividades productivas, lo que amplía aún más su impacto económico”.

 

Fondos, grandes corporaciones (nacionales e internacionales) y particulares lideraron la inversión en suelo rústico en 2024 debido a “su potencial de rentabilidad a largo plazo”, según el informe Inversión en Suelo Rústico 2024 publicado recientemente por Cocampo. Esta entidad afirma que “España destaca por sus condiciones climáticas y su diversidad geográfica, por lo que ha seguido siendo este último año una opción atractiva para quienes buscan diversificar sus inversiones”. De hecho, Cocampo recoge, por ejemplo, la compra, por parte del fondo Natural Capital Fund, de los activos agrícolas de Borges Agricultural & Industrial Nuts, por un valor situado entre 70 millones y 80 millones de euros.

 

Asimismo, Bankinter Investment y Nuveen Natural Capital han lanzado el fondo Landa Fund, para lograr tener una cartera diversificada de terrenos agrícolas y cultivos en España y Portugal con un plazo de inversión de diez años; mientras que Atitlan y Banco Santander han firmado una alianza para invertir 550 millones de euros en proyectos agrícolas en el mercado ibérico a través de la plataforma Atgro. También grandes tecnológicas se suman a esta tendencia, como Apple, que ha realizado su primera inversión directa en energía solar en España mediante el proyecto Castaño Solar, en Segovia, con más de 10 hectáreas de hábitat protegido.

 

 

En cuanto a los inversores particulares, el futbolista Jesús Navas ha adquirido la Hacienda Meñaca en la provincia de Sevilla (a la familia Pickman), mientras que el jugador del Rayo Vallecano Raúl de Tomás ha comprado la finca Bellalucía en Fuentidueña de Tajo (Madrid) para iniciar un proyecto ganadero llamado Ganadería de Tomás. Y el empresario Frank Margenat ha firmado por una finca de 63 hectáreas en el Priorat (provincia de Tarragona), de las que 25 se destinarán al cultivo de viñedos, y su inversión total de 1,5 millones de euros incluye también la creación de la bodega Clos La Garrantxa.

 

Una de las últimas operaciones firmadas en cuanto a suelo rústico, conocida este lunes, ha sido protagonizada por Grupo Agrihold, que ha vendido a un fondo una finca de 700 hectáreas en Alentejo (Portugal). El importe de la operación no ha sido desvelado, pero algunas fuentes apuntan que la dimensión de la parcela, sus características y grado de producción la hacen una de las mayores transacciones en el último año, junto con la de Borges, mencionada anteriormente.

 

Al preguntar al fundador de Fincalista por qué motivo despiertan interés, apunta como uno de los principales factores “la oportunidad de inversión que las fincas rústicas representan, especialmente en términos de precio”. Y explica que el precio medio de venta en España es superior a 10.000 euros por hectárea, aunque en algunas provincias, como Teruel, los valores caen hasta los 3.092 euros por hectárea, algo que “abre la puerta a inversores con visión a largo plazo que buscan activos con potencial de revalorización”, según él. Prados también avanza que las estimaciones apuntan a que prácticamente el 60% del suelo rústico en España podría cambiar de manos durante la próxima década, “lo que indica un mercado en transformación y con muchas oportunidades”.  

 

El también responsable de Generandi se refiere a la falta de relevo generacional en la agricultura, ya que “muchas explotaciones están saliendo al mercado por la falta de continuidad en la gestión familiar”, lo que genera una oferta para compradores estratégicos, ya sean grandes empresas agroindustriales o inversores particulares que buscan diversificar su patrimonio. E indica que el suelo rústico “ha pasado de ser un activo secundario a una opción prioritaria en muchas carteras de inversión”.

 

 

En cuanto a previsiones para este 2025, Prados vaticina “un año de consolidación, con un volumen creciente de transacciones”. Se basa en datos que prevén que las fincas rústicas atraerán al menos 2.210 millones de euros en grandes compras durante 2025, “principalmente por parte de fondos de inversión, empresas agroalimentarias y family offices. La estabilidad en los precios y las oportunidades en terrenos con acceso a agua siguen siendo claves para la toma de decisiones en este mercado, según el ejecutivo. Y se apoya en cuestiones como la financiación, ya que “entidades como Banco Santander han reforzado su compromiso con el sector agroalimentario y ofrecen soluciones financieras específicas para agricultores e inversores”.

 

En la sostenibilidad y eficiencia de uso del agua, el directivo destaca que regiones como Aragón “están impulsando inversiones en infraestructuras hídricas para mejorar la competitividad del sector”. En cuanto al relevo generacional, señala que “políticas como la eliminación del impuesto de sucesiones en Andalucía están ayudando a facilitar la transición”, aunque reconoce que “todavía queda trabajo por hacer para atraer a los jóvenes al sector”.