La construcción prevé crecer un 2,7% este año por el dinamismo del residencial y la obra civil

La construcción mantiene su dinamismo. El crecimiento de las actividades relacionadas con la construcción (edificación residencial, edificación no residencial, rehabilitación y obra civil) crecerá un 2,7% este ejercicio, según el último informe del grupo Euroconstruct, que para el mercado español realiza el Instituto Tecnológico de la Construcción (Itec).

La actividad, no obstante, se está desacelerando y el crecimiento estimado del 2,7% es inferior al 4% registrado el año pasado y al 2% previsto para 2024. “El sector ha recuperado toda la caída que sufrió con el estallido de la pandemia del Covid-19 y, de hecho, está un poco ya por encima, siendo una de las actividades que está tirando de la economía”, apunta Josep Ramon Fontana, responsable del departamento de Mercados del Itec.

El nuevo escenario de aumento de la inflación y de tipos de interés más altos han ralentizado la marcha del sector, analiza el Itec, que apunta que “no se interpreta como la antesala de una caída generalizada de la demanda”. Los bajos niveles de producción, la falta de exceso de stock en el mercado y los fondos Next Generation son elementos que garantizan el mantenimiento de la actividad, según explica el instituto.

El nuevo escenario de inflación y tipos en aumento ha ralentizado al sector, que el año pasado aumentó su producción un 4%

El sector residencial crecerá el 2,5% de media anual durante el periodo 2022-25. El año más complicado, según el informe de Euroconstruct, será este 2023, con unas previsiones de crecimiento de sólo un 1%. La actividad no se paralizará ni mucho menos, aunque el encarecimiento del crédito y de los materiales de la construcción se hará notar este ejercicio.

“Los promotores que hoy empiezan una promoción tienen la vista puesta en 2024 y 2025, que es cuando la entregan y donde se prevé que se hayan disipado las actuales incertidumbres”, señala Fontana. Además, la cartera de trabajo de este subsector se verá reforzada paulatinamente con las viviendas para alquiler social incluidas en los fondos Next Generation.

La edificación no residencial, en cambio, no ha retornado aún a los niveles pre-Covid. El crecimiento anual promedio para el periodo 2022-25 será de alrededor del 1,5% y, de hecho, los crecimientos serán muy débiles este ejercicio y el próximo, según las previsiones del informe.

La edificación no residencial no ha recuperado los niveles de actividad previos a la pandemia y mantendrá los débiles niveles de crecimiento

“Es una tendencia general que se está dando en todos los países de Europa y que viene motivada por la crisis que atraviesan los diferentes subsectores del inmobiliario”, explica Fontana. Así, por ejemplo, el ciclo de las oficinas parece agotado y, junto a la crisis de modelo que atraviesa el retail, sólo que “el nicho de la logística como auténtico tractor”.

Los estímulos procedentes de las ayudas Next Generation han generado grandes expectativas en la rehabilitación. A pesar de ello, el informe rebaja las estimaciones de hace seis meses, cuando contemplaba un crecimiento del 15% de la producción en el periodo 2021-24, a una cifra más realista del 10% como consecuencia de la desaceleración económica.

La ingeniería civil cuenta con una cartera saludable de proyectos que permitirán encadenar dos años (2022 y 2023) de crecimientos intensos, de alrededor del 6,5% anual. A partir de entonces, se abren más incógnitas para este subsector, como consecuencia en parte por el fin de los fondos Next Generation, aunque el informe pronostica un crecimiento anual de entorno al 2% anual para 2024 y 2025.