Paula Albaladejo (JLL): “Descarbonizar el inmueble se ha convertido en una prioridad”
La directiva de JLL asegura que las inmobiliarias españolas cuentan con un buen nivel de gobernanza, aunque deben mejorar en temas ambientales y, sobre todo, del ámbito social.
5 may 2022 - 04:58
Paula Albaladejo es directora de proyectos y desarrollo de servicios de JLL para el sur de Europa. Desde esta posición ha participado en proyectos de regeneración de carteras, edificios y áreas urbanas. La ejecutiva repasa a grandes rasgos la implantación de los criterios de ESG en las empresas españolas. “Tres años atrás éramos nosotros los que llamábamos para explicar qué es la sostenibilidad y, ahora, son los grupos los que se acercan a informarse para ser más competitivos”, señala.
Pregunta: ¿Por qué es importante para el sector inmobiliario adaptarse a los criterios ESG?
Respuesta: Porque se han convertido en la prioridad de toda la sociedad y esto impacta en la valoración del sector inmobiliario. Las empresas están obligadas a incorporar los criterios relacionados con ESG por ley, pero también porque los inquilinos y los propietarios lo exigen. El mercado se ha puesta las pilas con el ESG y quien no se ponga las pilas se queda atrás.
P.: ¿De los distintos criterios ESG, ¿cuál es el más importante en estos momentos?
R.: Depende del país. En España la parte de la gobernanza está bastante madura: el desarrollo del gobierno corporativo, la inclusión, la igualdad en las contrataciones… En cambio, la parte social es un concepto que se entiende poco, ya que es algo abstracto y no es tan sencillo aportar ese impacto positivo en la sociedad. Finalmente, donde están todas las empresas es en el ambiental o environmental, porque es uno de los sectores con las mayores incidencias en huella de carbono del mundo. Es decir, descarbonizar el inmueble se ha convertido en una prioridad.
P.: Y esa descarbonización, ¿se está produciendo de manera eficaz y rápida?
R.: El ambiental es el ganador del ESG y, al final, es el más fácil de adoptar porque depende de la iniciativa de cada empresa y no hace falta coordinar a un montón de actores. El gran reto es a qué velocidad tenemos que descarbonizar el inmobiliario y evitar así un punto de no retorno. Falta tecnología para conseguirlo, pero esto es algo que afecta al conjunto de actividades económicas y no sólo al inmobiliario. Hasta que otras fuentes de energía no se desarrollen más será difícil conseguirlo, aunque ha habido avances importantes en los últimos años. España en temas ambientales tiene trabajo por delante, porque hay países más avanzados y maduros en este campo.
“La parte social es un concepto que se entiende poco, ya que es algo abstracto y no es tan sencillo aportar”
P.: ¿Van muy retrasadas las inmobiliarias españolas en la adopción de criterios ESG?
R.: A nivel de gobernanza, como decía, estamos en buena posición y nos situamos entre los países pioneros de Europa. En lo social, en cambio, vamos un poco por detrás en relación a ciudades como París o Londres. El Ayuntamiento de París, por ejemplo, ha lanzado la ciudad de los quince minutos, que busca recuperar el concepto de barrio como comunidad. En Londres, por su parte, se están impulsando desarrollos urbanos para regenerar barrios con un mix de usos, población y actividad para generar riqueza y ser un polo de atracción.
P.: ¿Y en España se han hecho iniciativas de este estilo?
R.: Se han dado pocas. En Madrid se puso en marcha una consulta popular para la reforma de Plaza España, pero el criterio social va más allá de esto. Se trata de cómo prestamos servicios a la ciudad, cómo hacemos ciudades más humanas y donde se viva mejor. El desarrollo del 22@ en Barcelona es una iniciativa interesante, así como Julián Camarillo y su Madbit en Madrid. En Estados Unidos está algo más avanzado con colaboraciones público-privadas, donde la parte pública vela por la legalidad y la parte privada por la viabilidad de la iniciativa.
“A nivel de gobernanza, las empresas españolas se sitúan entre los países pioneros de Europa”
P.: ¿Qué importancia le dan los inversores a los criterios ESG?
R.: Si tienen un perfil internacional le dan una gran importancia, mientras que en los perfiles más locales empiezan a estar entre las principales prioridades. Tres años atrás éramos nosotros los que llamábamos para explicar qué es la sostenibilidad y las empresas sólo buscaban certificados. Ahora, son los grupos los que se acercan a informarse para ser más competitivos. Y, lo que es más importante, presentan la sostenibilidad como el ADN de la compañía: yo me preocupo por el medio ambiente y tengo un impacto positivo en la sociedad.
P.: ¿Cuáles son las últimas acciones que le hayan llamado la atención en políticas o acciones de ESG?
R.: En el campo de las oficinas, por ejemplo, que es uno de los subsectores pioneros en integrar estos criterios, con el Covid-19 han cambiado radicalmente su propósito por el que están diseñadas. Ahora, la gente viene a hablar con otras personas, a reunirse, a vivir experiencias. Son espacios más humanos, que están diseñados para mucho más que para estar sentado delante de un ordenador, con un peso importante de la biofilial, es decir, con una presencia destacada de la vegetación o la naturaleza. También se están dando cada vez más soluciones constructivas donde los materiales primarios, como la piedra, están cada vez más presentes y hay menos hormigones y acero.