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Pekín: la ciudad que avanza a base de citas olímpicas

La capital china volverá a acoger, catorce años más tarde, unos Juegos Olímpicos y, aunque su presupuesto es diez veces más bajo que el último, recoge los mismos objetivos: modernizar infraestructuras y ser cada vez más limpio.

M. Tamayo

28 ene 2022 - 04:58

Pekín: la ciudad que avanza a base de citas olímpicas

 

 

Pekín 2022, otra oportunidad para renovar la ciudad. La antorcha olímpica volverá a prenderse en Pekín la próxima semana tras catorce años con la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno Pekín 2022, aunque ahora cambiará el césped o la arena por el hielo y la nieve. Para ello, el gigante asiático ha tenido que adaptar pabellones y estadios, levantar nuevas infraestructuras y tirar de cañones de nieve para teñir las pistas de blanco.

 

El plan de Pekín para este año es mucho más austero que el de hace catorce años. Para la realización de los Juegos, Pekín anunció un presupuesto de 3.900 millones de dólares, menos de una décima parte de los 43.000 millones de dólares invertidos en los Juegos Olímpicos de 2008 y también por debajo de los 14.000 millones de dólares gastados por Corea del Sur en los juegos de Pyeongchang.

 

Además de la inversión pública, China ha puesto en marcha distintos incentivos fiscales para potenciar la inversión privada. Por ejemplo, los ingresos derivados de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín obtenidos por empresas no residentes asociadas al Comité Olímpico Internacional (COI) estarán exentos del impuesto sobre la renta de sociedades (CIT).

 

El impacto pretende ser, también, más humilde que el de 2008. Los Juegos Olímpicos de verano transformaron Pekín tras una gran inversión en infraestructuras que permanecieron en la ciudad más allá de la competición y escenificaron la apertura del país. Entonces, China presentó iniciativas para mejorar la calidad del aire y el agua, lo que provocó una recolocación de la industria fuera de los núcleos urbanos y mejoró las comunicaciones renovando también el núcleo urbano.

 

 

Para esta edición, el Gobierno ha puesto la sostenibilidad en el centro, sin abandonar los grandes proyectos. Según el plan de sostenibilidad de los Juegos, realizado por el ayuntamiento de la ciudad, el Gobierno de la provincia de Hubei y el comité organizador, se han adaptado muchas de las infraestructuras construidas para los Juegos de verano de 2008, aunque también se ha tenido que construir algunos equipamientos desde cero.

 

En Pekín, uno de los puntos donde se desarrollarán los juegos, tendrán lugar los deportes de hielo y las ceremonias de apertura y clausura del evento. Uno de ellos será el Estadio Nacional, que hace catorce años ya albergó ambas ceremonias. Conocido como el nido de pájaro, el estadio no ha sido renovado para albergar ninguno de los eventos deportivos. Uno de los puntos que también vivirán una segunda cita olímpica es el centro nacional acuático. El pabellón ha transformado la piscina en un bloque de hielo y se prepara para albergar la competición de curling.

 

Además, otros estadios que repetirán son el estadio nacional indoor, donde se disputará el hockey sobre hielo; el centro de deportes Wukesong, que albergó hace catorce años la competición de baloncesto y el estadio capital indoor, encargado de acoger el patinaje sobre hielo.

 

Pero aun poniendo el foco en la sostenibilidad, China no ha escatimado en realizar nuevas inversiones para poner la ciudad a punto para la competición. Uno de ellos es Speed Skating Oval, la única nueva instalación construida en el Parque Olímpico de la ciudad, levantado en 2008. El estadio se ha construido en el lugar ubicado hasta entonces por el campo de hockey y se competirá en ella la carrera a patines.

 

 

Pekín: la ciudad que avanza a base de citas olímpicas

 

 

 

Una de las nuevas instalaciones más representativas de los próximos Juegos Olímpicos es el Big Air Shougang, es la primera vez que una infraestructura de este tipo se levanta de forma permanente. Las autoridades han asegurado que, al igual que las demás instalaciones, serán usadas para realizar futuras competiciones y entrenamientos además de eventos culturales.

 

Una de las grandes obras que ha realizado China para acoger los juegos es la construcción de la villa olímpica. Las instalaciones contarán con 2.300 camas para acoger a los atletas y a otros profesionales que viajen a Pekín con motivo de la competición. La villa cuenta con un área de 660.000 metros cuadrados y suma 330.000 metros cuadrados de superficie construida. En total, la instalación suma veinte casas con tres áreas funcionales: residencial, deportivo y exterior.  

 

Una de las grandes obras faraónicas del proyecto ha sido la de trasladar un bosque al completo. Una de las pistas de esquí ha sido construida en medio de la reserva natural de Songshan, en la ciudad de Yanqing, que acoge los juegos junto a Pekín. Para no perder la zona verde, el comité olímpico ha trasladado los árboles, unas 81 hectáreas de terreno, a otra localización en las montañas del norte de la ciudad. Para el traslado, la organización ha colaborado con la universidad Beijing Forestry University, y asegura que un 90% de los árboles han sobrevivido al traslado.

 

A pesar de todos estos trabajos de construcción e ingeniería, la organización tenía el objetivo de convertirse en los primeros Juegos Olímpicos neutros en carbono. Para ello, el país ha realizado inversiones en energía verde que puedan alimentar no sólo estadios y pabellones, sino también la capital china al completo.

 


Pekín: la ciudad que avanza a base de citas olímpicas

 

 

Aunque el mayor combustible de energía del país continúa siendo el carbón, las autoridades aseguran que las emisiones durante los juegos quedarán contrarrestadas por los árboles que han plantado en 80.000 hectáreas a las afueras de Pekín. La medida ha levantado controversia, ya que, según un informe realizado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), los árboles tienen que crecer entre diez y veinte años para impactar de forma significativa en el entorno y producir cambios en el ecosistema.

 

Conseguir la nieve también ha sido un rompecabezas para el Gobierno chino. Las ciudades que albergan los juegos llevan años sin registrar grandes caídas de nieve, por lo que la organización ha tenido que optar por máquinas de nieve artificial, lo que supone invertir una gran cantidad de agua y energía.

 

No es la primera ciudad que sufre con la falta de nieve para los juegos. En 2010, la organización de Vancouver fue criticada por tener que transportar nieve de otros puntos en helicóptero y, en 2020, el comité Olímpico Internacional (COI) declaró que haría falta una actitud más proactiva y un rol de liderazgo para actuar de forma sostenible”.  Según investigadores de la Universidad de Loughborough, en Reino Unido, de las veinte ciudades que han albergado los Juegos Olímpicos de Invierno desde 1924, sólo diez serían capaces de hacerlo ahora con nieve natural.