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Rotterdam: resiliencia para impulsar su economía con el ‘real estate’ en hibernación

La ciudad neerlandesa ya contaba en 2016 con un plan para preparar la ciudad para afrontar el cambio climático. En 2014 creó el cargo de Chief Resilience Officer. 

Marta Tamayo

8 feb 2021 - 04:53

Rotterdam: resiliencia para impulsar su economía con el ‘real estate’ en hibernación

 

Rotterdam, un paso por delante. La ciudad neerlandesa apuesta por la regeneración urbana para dinamizar su economía y prepararse para los efectos del cambio climático, mientras el mercado inmobiliario entra en hibernación a la espera de una caída de precios que se alargará hasta 2023.

 

La ciudad se extiende en 324,1 kilómetros cuadrados quitándole terreno al mar y suma 600.000 habitantes, aunque cuenta con un radio de influencia de hasta 2,7 millones de personas. El Producto Interior Bruto (PIB) del país en 2019 era de 986.847 millones de euros, lo que supone un PIB per cápita de 52.935 euros.

 

Tras la irrupción del Covid-19 en la ciudad, grandes eslóganes y líderes se han erigido para enarbolar un urbanismo de proximidad, sostenible y efectivo, todos ellos con un término estrella: la resiliencia. Es decir, la capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.

 

 

 

 

La resiliencia, uno de los doce términos elegidos por la Real Academia Española (Rae) para ser la palabra del año, no les ha sonado a nuevo a los ciudadanos de Rotterdam. La ciudad cuenta con un plan de resiliencia para la ciudad desde 2008, y en 2014 crearon el cargo municipal de Chief Resilience Officer. Actualmente, el director de resiliencia de la ciudad es Arnoud Molenaar y lanzaron el primer plan de resiliencia de la ciudad en 2016, enfocado a paliar los efectos del cambio climático.

 

Aquel primer plan estaba basado en seis ejes: la eficacia, el ingenio, la solidez, la redundancia, la solidez, la flexibilidad y la integración. Tras la irrupción del Covid-19, la ciudad está preparando su segundo plan de resiliencia. “Si realmente queremos aprender de la situación, tenemos que organizarnos con una base estructural y trabajar en las vulnerabilidades que se han hecho obvias con el Covid-19”, explicó Arnoud Mlenaar en una comparecencia.

 

Como parte de su plan de recuperación económica tras la pandemia, el Ayuntamiento de la ciudad ha anunciado siete grandes proyectos de renovación del municipio. El plan Big 7 busca impulsar la economía y la actividad en la ciudad, con el foco en la infraestructura verde y la adaptación climática, a la vez que prevé la creación de puestos de trabajo y la atracción de empresas.

 

 

 

 

Otra de las iniciativas que se han acelerado debido a la pandemia es la utilización de una aplicación móvil donde la ciudadanía puede opinar sobre los principales problemas de la ciudad y que decisiones son más urgentes.

 

Además, la ciudad está llevando a cabo otras políticas para paliar el impacto del cambio climático como la instalación de paneles solares junto a radares atmosféricos que gradúan las reservas de agua dependiendo de si se acercan precipitaciones. La ciudad también ha instalado tejados verdes que sean capaces de absorber el agua de la lluvia.

 

En el mercado residencial, las principales ciudades de Países Bajos se han mantenido estables, pero se prevé que durante este año y 2022 caigan los precios, según la entidad financiera Rabobank. Así, este año el precio de la vivienda caerá un 0,8%, mientras que en 2022 descenderá otro 2,6% para volver a subir en 2023, aunque en el tercer trimestre de 2020 los precios se situaron un 6,9% por encima de los registrados en el mismo periodo de 2019.

 

 

 

 

El sector que ha registrado un mayor impacto debido a la crisis del Covid-19 en la ciudad ha sido el retail. Una de las propuestas que se plantea la ciudad es convertir los espacios comerciales en viviendas. “Si no hacemos nada, la disponibilidad de espacios comerciales en las principales ciudades de Países Bajos crecerá 100.000 metros cuadrados”, explica Chris Lantin, responsable de retail en Países Bajos de Colliers International.

 

“Las rentas de retail y el valor de estos activos en el mercado inmobiliario ha ido cayendo los últimos años, mientras que cada vez hay más demanda de activos residenciales, así que es económicamente interesante realizar un cambio”, sostiene Lantin. Desde la consultora, se apuesta por retirar oferta para no hacer caer el valor de los activos de retail y sanear el mercado.

 

 

El mercado de oficinas se encuentra paralizado. En los tres primeros trimestres de 2020, la contratación de oficinas en el país cayó un 22%. En total se absorbieron 694.000 metros cuadrados, pero poniendo en foco la ciudad, la caída fue del 39%. Con ello, la disponibilidad aumentó un punto porcentual hasta 8,2%.