Residencial

El residencial de lujo descarta un gran impacto por la guerra en Ucrania, pero teme la inestabilidad

El residencial premium en España no prevé un freno en las adquisiciones, pero si temen que el contexto económico global les termine afectando. En los últimos años, el comprador ruso ha ido a la baja, en 2021 representó el 0,32% del total de transacciones.

A. Pujol

4 mar 2022 - 04:58

El residencial de lujo descarta un gran impacto por la guerra en Ucrania, pero teme la inestabilidad

 

 

Sin un impacto directo, pero con las alertas activadas ante el conflicto militar en Ucrania. El residencial de lujo en España ha vivido los primeros días de guerra en el este de Europa sin temer por su negocio. El sector no espera un gran impacto por el valor casi residual que tiene actualmente el comparador ruso en el conjunto de las operaciones en el mercado de vivienda premium del país.

 

Sin embargo, la situación ha generado cierto miedo a que el golpe que supondrá el conflicto en el conjunto de la economía pueda frenar la gran racha del sector, que ya ha olvidado el Covid y continúa en línea ascendente.

 

“La guerra de Ucrania me preocupa porque el dinero es muy miedoso y la compra inmobiliaria es de largo plazo y horizonte temporal tranquilo”, soistiene Juan-Galo Macià director general de Engel&Völkers, a EjePrime. “No me preocupa tanto las pérdidas de compras que se pueden producir entre ciudadanos rusos, sino el contexto de guerra y cómo puede afectar a la economía; los consumidores pueden llegar a adoptar una actitud muy prudente, además esta contingencia llega después de una pandemia”, advierte el directivo.

 

En 2021, se cerraron en España alrededor de 1.300 compraventas de viviendas por parte de ciudadanos rusos, lo que representó un 0,23% respecto el total y un 2,1% de las compras de vivienda de extranjeros en el país, según las estadísticas del Colegio de Registradores.

 

La cifra del año pasado refrenda la tendencia a la baja de compras de vivienda por parte de ciudadanos rusos en España, que vivieron su momento más álgido de los últimos años en 2014, con 4.677 operaciones. La cifra representó un 6,9 % del total de compras de extranjeros en el país, lo que situó a la Federación Rusa como la tercera nacionalidad extranjera y la primera extracomunitaria por número de compraventas.

 

 

Desde entonces, y coincidiendo con las sanciones por parte de la Unión Europea (UE) a Rusia en 2015 tras la anexión de Crimea y Sebastopol y la intervención militar rusa en el conflicto de Ucrania oriental, las transacciones protagonizadas por rusos en el mercado español han ido perdiendo peso. Lo que no ha cambiado en los últimos años es el perfil de comprador ruso: con poder adquisitivo medio-alto y más interesado en vivienda vacacional.

 

“La mayoría de las compras son de familias rusas, en la costa y como segundas residencias escogen localidades como Playa de Aro, S'Agaró y Sant Feliu de Guíxols; en Barcelona, como residencia habitual, seleccionan zonas premium como Pedralbes, Sarriá, Bonanova o Turó Parc”, explica Estrella Serrano, directora comercial en Living Luxury Don Piso Barcelona, a EjePrime, que también advierte que “el sector inmobiliario es muy sensible a cualquier acontecimiento, político, sanitario o social y las decisiones se paralizan hasta encontrar una estabilidad”.

 

A pesar de que las compras de viviendas realizadas por ciudadanos rusos en el mercado español no representan un margen significativo del total de la demanda internacional en el país, algunas asociaciones han criticado el anuncio del Gobierno de limitar las ‘golden visa’ a ciudadanos rusos.

 

La Asociación de Promotores de Alicante, Provia, ha solicitado que se sigan concediendo y renovando las ‘golden visa’ a rusos, así como también los visados normales para ciudadanos rusos que compran cualquier otro tipo vivienda en la provincia.  

 

 

 Actualmente, una persona extranjera que invierta en la adquisición de una residencia un mínimo de 500.000 euros puede solicitar el visado permanente o golden visa. Esta es la vía que utilizan muchas personas no pertenecientes a un país de la UE para moverse de forma libre y sin límite de estancia.

 

Según los últimos datos oficiales, durante 2021, un total de 160 rusos obtuvieron la residencia en España a través de estos visados. De ellos, 157 lo consiguieron tras comprar casas de más de medio millón de euros.

 

No es de extrañar que sea la Asociación de Promotores de Alicante quién haya levantado la voz ante un posible freno de las compraventas rusas en la provincia. Tal y cómo detalla el Instituto Español de Comercio Exterior (Icex) en un análisis que comprende el periodo 2014-2019, la mayoría de ciudadano rusos mostraba una clara preferencia por las comunidades autónomas costeras, especialmente las situadas en el litoral mediterráneo.

 

En 2019, justo antes del estallido de la pandemia, la Comunidad Valenciana fue la principal región de destino para los compradores rusos, con una cuota de mercado de 49,6 %, seguida de Cataluña, con 21,3 %, Andalucía con 12,5 %, y luego las Islas Canarias y la Comunidad de Madrid.

 

Desgranado por provincias, Alicante, con 1.219 compraventas de viviendas, Barcelona, con 346, y Valencia, con 315, fueron los principales destinos entre los compradores rusos en 2019. El atractivo de estas provincias fue tal, que representaron seis de cada diez compraventas realizadas por rusos en el año anterior al Covid.

 

Sin embargo, el estudio del Icex ya apuntaba que a diferencia del residencial vacacional medio-alto, para el segmento de la vivienda de lujo y súper lujo, el comprador ruso prefería el Reino Unido antes que España. Concretamente, la ciudad de Londres, que desde hace años viene siendo el destino preferido de las adquisiciones inmobiliarias premium entre la élite rusa.