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‘Youtubers’, los nuevos ‘influencers’ del ‘real estate’ ante una juventud sin recursos

El alquiler ha ido ganando terreno entre los menores de treinta años, con problemas de acceso a la vivienda y una baja tasa de emancipación, pero sus grandes ídolos inundan las redes sociales de viviendas en propiedad y apostando por inversiones inmobiliarias.  

M. T.

18 oct 2021 - 04:55


‘Youtubers’, los nuevos ‘influencers’ del ‘real estate’ ante una juventud sin recursos

Ibai Llanos mostrando su casa en vídeo de Youtube

 

Youtube, el nuevo escaparate del ladrillo ante una audiencia sin recursos. Más de ocho millones de personas han visto un vídeo de más de media hora de duración en el que se muestra, de forma detallada, una casa valorada en 3,7 millones de euros en la localidad barcelonesa de Cerdanyola del Vallès, y la mayoría de los curiosos no superan los treinta años. El éxito promocional no se lo puede atribuir ninguna gran inmobiliaria, sino que es mérito del fenómeno de masas Ibai Llanos.

 

En febrero, el bilbaíno quiso presentar a sus seguidores la propiedad en la que vive con algunos de sus compañeros y que hace unos años había ocupado el exjugador el FC Barcelona Samuel Eto’o. Pero, probablemente, esta no sea la primera mansión que ven a través de Youtube los seguidores de Llanos.

 

Influencers, youtubers, streamers y otros creadores de contenido con miles de seguidores en las redes sociales cumplen con la tradición de enseñar su nueva casa a través de un vídeo bajo el título House Tour. El malagueño de 22 años Sergio Aragonés, conocido por su alias TheShooterCoc, enseñó su nueva casa en Andorra presentándola como una nueva inversión ante sus siete millones de seguidores.

 

Más allá de España, el youtuber mexicano Luis Arturo Villar, conocido como Luisito Comunica, les enseñó a sus 37,4 millones de seguidores su nueva vivienda en Venezuela, detallando que la había comprado a un precio bajo y que cuando el país se encontrara en mejor situación podría venderla por un precio mucho más alto. El vídeo no estuvo exento de polémica, pero sus miles de seguidores atendieron a una breve lección de inversión inmobiliaria.

 

 

 

 

A ellos se le suman otros influencers como Djmario, con 7,3 millones de seguidores, Alexby11, con 8,9 millones de seguidores o Elrubuis, con 34 millones de seguidores. Estos creadores de contenido con acceso directo a millones de jóvenes y que pueden ejercer como modelo aspiracional de mucho de ellos, han puesto en la palestra la compra de una casa tanto para vivir como para una inversión a futuro.

 

“Según la teoría del grupo de referencia, aquellas personas o grupos con los que se identifica el sujeto, en este caso la juventud, son enormemente importantes a la hora de configurar el horizonte de expectativas, actitudes y valores personales”, explica Daniel Calderón, doctor en Sociología y Antropología del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud.

Calderón apunta que estos personajes actúan como un escaparate que permite la accesibilidad a una gran cantidad de bienes y servicios con un único obstáculo: el dinero.

 

“En este contexto, la aspiracionalidad funciona como un horizonte de expectativas que se orientan más allá de su materialidad presente, especialmente en un entorno hipertextual y multimediado como el actual, en el que las tecnologías –y las figuras mediáticas– colonizan gran parte del ocio y entretenimiento juvenil”, añade el sociólogo.

 

Aunque la realidad de los jóvenes en España dista mucho la de los grandes influencers de las redes. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la renta media de las personas de entre 16 años y 29 años era de 11.031 euros en 2020 y la tasa de emancipación en España es cercana a los treinta años y seis de cada diez jóvenes menores de 35 viven con sus padres, según Eurostat.

 

 

 

 

Entre los que han salido del hogar familiar antes de traspasar la treintena, las tendencias patrimonialistas de los youtubers no parecen suscitar adeptos. Según datos de la Encuesta de condiciones de vida del INE, un 49% de los jóvenes se decantan por el alquiler, mientras que un 31,8% restante han optado por la compra. Estos datos, de 2020, suponen un cambio a la tendencia tradicional española, dominada por un mercado de propietarios.

 

En cambio, entre las personas de 30 años a 45 años, la compra se sigue manteniendo como la opción mayoritaria, aunque cada vez se estrecha más la diferencia. Según datos del año pasado, la vivienda en propiedad es la opción de un 59,3% de los encuestados, mientras que el alquiler copa el 31%.

 

Ante el cambio de tendencia, podría optarse por señalar un cambio generacional, pero Calderón rechaza la hipótesis. “No podemos hablar de cambio de valores sin tomar en consideración las condiciones socioeconómicas de vida de la ciudadanía”, explica el sociólogo. “En el caso de la juventud, la precarización de las condiciones de trabajo (salarios bajos, estacionalidad, temporalidad, etc.) genera una situación de incapacidad para acceder a la vivienda en régimen de propiedad, por lo que al final dependen para poder emanciparse de regímenes de alquiler”, apunta.

 

Que el alquiler es imposición y no opción es una opinión a la que se une Rubén Díez García, sociólogo de la Universidad Complutense de Madrid. “Cabe la hipótesis de que sea porque fe forma más militante o por estilo de vida y forma de pensar los jóvenes se decanten por el alquiler”, apunta Díez García. “Sin embargo, me extrañaría que esto fuera norma social, y me inclino más por pensar que los que dicen que prefieren alquiler y rechazan comprar, están más bien haciendo de la necesidad, virtud”, sostiene el sociólogo.

 

 

Ante las condiciones económicas y las dificultades de acceso a la vivienda de los jóvenes, la influencia de estos grandes fenómenos de masas no parece claras. “No es lo mismo poner de moda de nuevo la riñonera, muy al uso de los jóvenes cantantes de trap, que la adquisición de coches de lujo o una casa”, sostiene Díez. “Los procesos de emulación respecto a figuras de referencia de juventud pueden jugar su papel, pero el peso de las condiciones materiales para materializarlas parece, a día de hoy, un freno muy importante para una gran mayoría de jóvenes”, asegura el sociólogo.

 

Díez apunta que el dominio del alquiler se va alargando junto al concepto de juventud, que cada vez engloba personas de mayor edad. “Los valores que mueven a los jóvenes como la autorrealización, autoafirmación o el hedonismo siguen moviendo a los sujetos en muchos momentos de su vida, aunque su etapa biológica ya no sea la juventud”, afirma. “En ese sentido, es de pensar que la aspiración por adquirir una vivienda se mantiene por tanto ahí, a la espera de que se den las condiciones para su consecución”, añade.

 

Por su parte, Calderón va un poco más lejos y pone en tela de juicio que la compra de la vivienda haya podido pasar de moda alguna vez. “La compra de una casa nunca ha sido una práctica simbolizada como anticuada, sino que las propias condiciones económicas han impedido el acceso a la vivienda en propiedad”, afirma el doctor.

 

“La propia asociación de la tenencia en propiedad de viviendas con algo pasado de moda es una herramienta de estabilización del sistema capitalista, que prefiere promover en los jóvenes como estilos de vida distintivos (coliving, friganismo, cohousing, nesting, etc.) prácticas derivadas de la pobreza, la vulnerabilidad, la incertidumbre y la precariedad material”, sostiene Calderón.