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El apocalipsis del turismo golpea de lleno a Palma: el ‘vacancy’ se duplica y las rentas caen un 25%

A pesar de que las principales vías comerciales de la capital balear han recuperado los niveles de tráfico, la disponibilidad de locales ha pasado del 5% al 9% en Sant Miquel y del 3% al 9% en Jaume III.

M. V. O.

4 nov 2020 - 04:55

El apocalipsis del turismo golpea de lleno a Palma: el ‘vacancy’ se duplica y las rentas caen un 25%

 

 

Palma no se salva del apocalipsis del turismo. Baleares ha sido una de las regiones españolas más afectadas por la crisis provocada por el coronavirus. El hundimiento del turismo a causa de las restricciones a la movilidad para frenar la expansión de la pandemia ha impactado especialmente en una región que en 2019 recibió 13,6 millones de turistas y que tiene cerca de 1,2 millones de habitantes.

 

A pesar de que las diferentes islas cuentan con varios atractivos turísticos, la capital, Palma, continúa siendo uno de los más importantes. Es por ello que los grandes ejes comerciales de la ciudad han sufrido especialmente a causa de la pandemia del coronavirus.

 

Además del apocalipsis que ha vivido el sector del turismo en toda España, Palma cuenta con el handicap añadido de la insularidad, lo que dificulta la llegada del turismo nacional que realiza viajes en familia por carretera.

 

 

 

 

Según explica la directora de la oficina de Palma de Cbre, Tonia Vera, la calle Sant Miquel ha pasado de tener una disponibilidad de locales del 5% en febrero al 8,9% en septiembre; mientras que la avenida Jaume III, ha triplicado el vacancy en tan sólo ocho meses, pasando del 3% justa antes de la pandemia al 9% tras el verano.

 

Este gran incremento de la disponibilidad en los dos principales ejes comerciales de la capital balear ha provocado que las rentas se hundan hasta un 30% dependiendo de la zona. El director nacional de Ascana, Javier Pastor, apunta que la reducción para un local de unos cien metros cuadrados puede ser de “unos 14.000 euros al mes a 10.000 euros al mes”.

 

Pastor explica que la calle Sant Miquel es la que más está sufriendo ya que era la más visitada por turistas y buena parte de los establecimientos estaban dedicados a este tipo de compradores; mientras que Jaume III “ha vivido más del público local y del imán que significa El Corte Inglés”.

 

 

 

 

Además, el directivo apunta que los locales que salen al mercado están eliminando el pago de un traspaso al nuevo operador, ya que el aumento de la oferta está provocando que la demanda no acepte este pago.

 

Por su parte, Vera explica que “la demanda de salida de las rentas es similares a las de antes de la crisis, aunque ahora hay más flexibilidad”. Esta flexibilidad se da, sobre todo, en los primeros años del contrato, que prevé un descenso del importe del alquiler del 20%.

 

Al igual que en otras ciudades, la moda y la restauración apuntan a ser los sectores más afectados por la crisis provocada por el coronavirus, una tendencia que ya se estaba dando antes y que la pandemia ha acelerado.

 

 

 

 

En este sentido, Pastor asegura que “puede haber un cambio en el mix comercial de la ciudad” y señala a “los comercios más locales” como los que se pueden ver más afectados. Esto puede provocar una “reubicación de operadores a zonas mejores o a la entrada de nuevos que aprovechen las oportunidades que se puedan abrir”.

 

 

El tráfico se recupera en junio

La vuelta a la rutina después de las vacaciones de agosto permitió a las dos vías comerciales incrementar el footfall. De hecho, según datos de Cbre, en la calle Sant Miquel, durante septiembre se superaron las cifras de afluencia de febrero tras incrementar el número de visitantes un 17% intermensual.

 

Por su parte, la avenida Jaume III se mantiene un 9% por debajo de los datos de febrero a pesar de que en septiembre el tráfico de transeúntes se incrementó un 4% respecto al octavo mes del año.