Gerardo Kuri dimite como consejero delegado de Realia y pasa a ser vicepresidente no ejecutivo

Realia sacude su cúpula. El consejo de administración de la promotora controlada por Carlos Slim ha aprobado, por unanimidad y con efectos desde este pasado miércoles, la dimisión presentada por Gerardo Kuri de su cargo como consejero delegado de la sociedad, según la comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv).

En la misma notificación, la empresa informa que Kuri será designado ahora vicepresidente no ejecutivo del consejo de administración, previo informe favorable de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones. Asimismo, a propuesta de esta comisión, se le cambiará de categoría dentro del consejo, pasado de consejero ejecutivo a dominical.

Kuri era consejero delegado de Realia desde septiembre de 2015. El directivo entró en el consejo de administración de la empresa en febrero de ese mismo año como consejero. Anteriormente, había formado parte de la dirección de compañías como Cementos Portland, FCC o Phillip Morris México, donde empezó su carrera profesional. Cuenta con una ingeniería industrial por la Universidad Anáhuax de México.

Kuri será designado ahora vicepresidente no ejecutivo del consejo de administración, previo informe favorable de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones

Realia anotó en 2022 unos ingresos totales de 135,19 millones, lo que supone rebajar un 24,9% la cifra de negocio respecto 2021. A pesar del descenso en la facturación, la empresa ha alcanzado 58,14 millones de euros de beneficio, un 0,5% más que en el pasado año, según los resultados remitidos este jueves por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv).  

El resultado bruto de explotación (Ebitda) de Realia repuntó un 9,5% en el ejercicio, alcanzando 74,41 millones de euros, frente a los 67,98 millones de 2021. El grupo logró un Ebitda positivo en todas sus actividades (promoción, patrimonio y servicios). La compañía situó su deuda financiera bruta en 554,79 millones a cierre de 2022, un 11,6% por debajo de los 627,43 millones de euros de 2021.

La valoración de activos también ha sufrido un descalabro, pasando de 38 millones de euros en 2021 a 11,6 millones de euros de 2022, lo que supone un retroceso del 69,5%. La empresa alega que en la valoración de la cartera se ha visto afectada por el incremento de los tipos de interés “que conllevan un alza de las rentabilidades solicitadas por los inversores”, explica.