Lexington ralentiza su crecimiento y apunta a un alza del 6% en las ventas en 2024

El crecimiento de Lexington pierde ritmo. Después de crecer un 23% en 2023, este año la empresa espera facturar un 6% más y llegar a los 13,8 millones, por debajo de los 14 millones que preveía la empresa a principios de año por un débil primer semestre. Para el año que viene, la empresa espera llegar a quince millones impulsada por la inauguración de un nuevo centro en Málaga. En cuanto a este año, Lexington ha abierto un centro en Madrid, ampliando a cuatro sus localizaciones en la capital, a los que se añaden dos más en Barcelona.

Tras la apertura del centro en Málaga en 2025, la empresa no tiene ninguna otra inauguración en el pipeline, aunque David Vega, consejero delegado de Lexington, asegura a EjePrime que la empresa está abierta a expandirse si surge la oportunidad, aunque no esté “activamente buscando”.

Vega explica la situación de la facturación de la empresa este año. “Todo va según lo que teníamos previsto, excepto en el centro de Diagonal, donde la contratación ha ido por debajo de lo que teníamos previsto en la primera parte del año”, señala. Sin embargo, espera que la situación mejore el año que viene por la consolidación de las aperturas de 2024.

Actualmente, la compañía madrileña suma siete centros de trabajo flexible, cinco de ellos en Madrid y dos más en Barcelona. En concreto, los centros de Madrid están situados en los números 141 y 79 del Paseo de la Castellana, en el número 132 de Príncipe de Vergara y en La Moraleja, mientras que en Barcelona se encuentran en el edificio Trade y en el complejo comercial de L’Illa Diagonal.

Desafíos ‘macro’, precios por las nubes y consolidación

Como a todas las empresas, Vega anticipa que una recesión les afectaría negativamente y no considera que su sector, vinculado a la construcción, sea “refugio”. Sin embargo, una reducción en las tasas de interés les resultaría beneficiosa. Además, reconoce que la competencia en el sector está aumentando debido a su falta de madurez y al potencial de crecimiento que atrae a nuevos jugadores al sector.

Vega explica que los espacios flex y de coworking representan el 2,3% del stock de oficinas en Madrid y el 3,2% en Barcelona, siendo aún “residuales”, y con mucho recorrido por adelante para llegar al 7% de Londres o al 8% de Ámsterdam. Adicionalmente, añade que “va a haber consolidación, estamos cerca de este punto”, explica Vega, que lleva treinta años en el sector, y observa por vez primera que empiezan a haber adquisiciones.  

En cuanto a costes, el consejero delegado explica que, “la inflación ha hecho un daño considerable a la cuenta de resultados y a los márgenes comerciales: para montar la última oficina que hemos abierto (en Madrid), si lo comparo con la apertura de 2022, se han incrementado casi un 40% los gastos de capital (materiales, precio de la mano de obra y otros costes).”

El teletrabajo ha dejado cientos de miles de metros cuadrados de oficinas sin uso

Vuelta a la oficina por el fin del teletrabajo

Un viento de cola que tendrá el sector de flex y el de oficinas en general es el fin (o la moderación) del teletrabajo, según Vega, que explica que Estados Unidos ha sido, junto con Reino Unido, el lugar más perjudicado.

“El teletrabajo ha dejado cientos de miles de metros cuadrados de oficinas sin uso;” que ha estado ocurriendo en el sector: primero se ha visto muy dañado, segundo se ha bajado precios y tercero ha habido mucho cambio de uso de oficinas para darle otros usos (residencial, retail, etc.)”.

En España el efecto a sido menor, ya que somos “muy presencialistas”, pero según Vega, a Lexington le “beneficia que la gente vuelva a la oficina”. Sin embargo, aunque se ha vuelto a la normalidad en este aspecto concluye que “estamos en un momento de absoluto de transformación y tenemos que ser capaces, desde el sector, de poder transformarnos con lo que pide el mercado”.