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Carlos Gómez (Gloval): “El sector inmobiliario corre el riesgo de no saber responder a las necesidades de la población”

El director de la división de Gloval Analytics considera que la posesión de datos de calidad es clave para el desarrollo del sector inmobiliario. El ejecutivo alerta de los factores de riesgo de ciertas viviendas.

Marta Casado Pla

9 may 2019 - 04:57

Carlos Gómez (Gloval): “El sector inmobiliario corre el riesgo de no saber responder a las necesidades de la población”

 

 

¿Es posible predecir una burbuja inmobiliaria? Carlos Gómez, director de la división de Analytics de la compañía de valoración Gloval desde el pasado abril, considera que es posible, siempre que se disponga de una gran cantidad de datos de calidad. En este sentido, el ejecutivo estima que actualmente hay una serie de viviendas con un índice de riesgo elevado, situación no indica necesariamente la inminencia de una burbuja inmobiliaria. Para evitar quedar por el camino, el experto subraya que es necesario evolucionar e innovar ya que, en caso de no hacerlo “corren el riesgo de no saber responder a las necesidades de la población”.

 

Pregunta: ¿El real estate se está digitalizando?

Respuesta: Sí. Con la incorporación de las nuevas tecnologías, la curva es muy similar. Hay siempre un periodo de euforia, más tarde, las primeras empresas se empiezan a mover y, finalmente, se normaliza. En cuanto a la digitalización del sector inmobiliario, estamos en la fase de esas primeras compañías que empiezan a tirar del carro, creando nuevos modelos. Dentro de un par de años, llegaremos a la normalización del sector. Aun así, hay áreas donde la situación está más normalizada como, por ejemplo, en lo referente a vivienda compartida. En las valoraciones de las viviendas, consultoría inmobiliaria o ingeniería, por ejemplo, todavía falta bastante camino por recorrer.

 

P.: ¿El sector inmobiliario va a la cola en cuanto a la digitalización?

R.: Va más tarde pero, por ejemplo, ya hay bastantes plataformas de economía colaborativa en el sector inmobiliario. En otros aspectos, como las visitas a las viviendas, la digitalización aún no ha llegado. Hay muchos ámbitos del real estate que van un poco rezagados, pero es normal porque depende mucho de la competencia del sector: cuanta más competencia, las empresas tienen que innovarse más rápidamente, porque si no se ahogan. El sector inmobiliario en España, después de la crisis, pasó un periodo de ajustes y reducción de costes, pero ahora es un sector en el que realmente no hay una necesidad imperiosa de innovar. Hay compañías que están todavía esperando a tener problemas para hacerlo.

 

P.: ¿Qué compañías están incorporando la tecnología actualmente? 

R.: Hay compañías estadounidenses y europeas más avanzadas que, por ejemplo, ofrecen servicios de búsqueda de viviendas a través de Alexa y Google Home, con la posibilidad de tener la búsqueda por voz con un algoritmo de inteligencia artificial por detrás. Hay empresas que empiezan ya usar realidad virtual para las visitas.

 

P.: ¿En un futuro, todas las casas se comprarán a través de estos métodos?

R.: Va a haber dos tipos de clientes. Siempre habrá gente que visitará la casa y el barrio. Sin embargo, está empezando a haber mucha gente que compra sobre plano y es un poco la misma idea que la realidad laboral. Si se compra sobre plano, qué mejor que comprar con realidad virtual, cuando ya tienes una idea de como puede ser la edificación y como pueden estar hechas las zonas comunes. Toda la gente que está comprando ahora sobre plano, se lanzará enseguida a comprar a través de la realidad virtual.

 

P.: Se habla de geolocalización, big data, inteligencia artificial... ¿Cómo pueden transformar el sector inmobiliario?

R.: La idea final es que las empresas, inversores o particulares tengan datos para sobre la vivienda donde quieren invertir. La idea es recoger esa cantidad ingente de datos, que es el big data, y convertirlo en datos que cuenten. No contar datos, sino obtener valor de esos datos y un significado.

 

P.: ¿Las empresas disponen de estos datos actualmente?

R.: Hay muchos datos que se tienen. Uno de los aspectos más importantes es que las empresas del real estate empecemos a abrirnos a empresas que están fuera de nuestro sector, que trabajen con cajeros, GPS o aplicaciones del tiempo, que dan el geoposicionamiento de la población. Muchos datos están, pero hay que ir a buscarlos. El problema es la calidad del dato. Hay que empezar a hacer auditorías de los datos. Se están tomando y se empezarán a tomar decisiones muy importantes basadas en datos y estos tienen que ser muy fieles.

 

P.: Una vez se apliquen estos datos, ¿cómo se beneficiará el cliente o el inversor?

R.: El avance principal es que tanto clientes como inversores tendrán un acceso mucho más rápido para tomar decisiones con mayor conocimiento. Disponer de estos datos es rapidez y amplitud de conocimiento. Para un inversor, va a haber menos capacidad de errar. Con los datos que se tengan y los modelos predictivos, el error disminuirá. Para el comprador, será muchísimo más fácil llegar a casas de muchísimos más tipos, porque no necesitará hacer tantas visitas. Van a bajar los precios de algunos de los intermediarios y habrá mucha más comodidad y rapidez.

 

P.: ¿En qué fase del ciclo estamos?

R.: Estos datos nos van a ayudar a poder hacer una búsqueda intensiva de los datos precrisis y de la crisis para poder saber qué pasó con las valoraciones, cómo evolucionan los precios de la vivienda, etc. Nosotros estamos utilizando inteligencia artificial para poner indicadores de riesgo sobre inmuebles. Esto nos permite detectar alarmas de posibles burbujas en algunas zonas. Es una búsqueda de tasaciones donde no solo se hable del precio del mercado, sino que también que se tengan en cuenta los indicadores que pueden alertar de una burbuja. Ahora no estamos en una situación de riesgo, pero empezamos a notar precios por encima de lo que deberían estar en algunas zonas.

 

P.: ¿Dónde están estos factores de riesgo?

R.: Detectamos discrepancias entre precios de compraventa y los valores en los que se mueve el mercado. Más que en barrios o ciudades concretas, todavía es en inmuebles concretos. La idea es que, si se va aumentado el número de inmuebles, empezaremos a estar en una situación de burbuja. Todavía no es el momento, pero es muy importante tener en cuenta que ya cuenta únicamente el valor del inmueble, sino que hay que asociarle siempre un indicador de riesgo para tomar cualquier tipo de decisión. Lo importante es tener información de calidad.

 

P.: Una vez detectada la burbuja, ¿qué medidas se deben tomar?

R.: El sector debe reaccionar con total transparencia e identificar los activos que tienen los índices de riesgo más elevados para intentar controlar el precio. Cuando uno tiene una valoración y un indicador de riesgo, lo lógico es que los bancos den una hipoteca con un precio menor. Los mecanismos se van a autorregular al tener estos indicadores de riesgo porque ningún actor dentro del mercado va a querer tomar esos riesgos sin someterse a unos controles. Es muy importante la transparencia y que tengamos acceso a esos datos para que el sector se pueda autorregular.

 

P.: ¿Cuáles son los retos del sector?

R.: El mayor reto es saber adaptarnos a lo que nuestros clientes quieran. En este sector, corremos el riesgo de no saber responder a las necesidades de la población. Esto pasa sí o sí por una transformación digital del sector y, los que no se suban al carro, tenderán a desaparecer. Dependiendo de lo rápidos que seamos para captar las necesidades y darles respuesta, mejor estaremos en el sector.