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La New European Bauhaus arma un “laboratorio de ideas” para volverse tangible

Bajo el NEB Lab, la Comisión Europea ha impulsado cinco iniciativas propias y tres lideradas por la comunidad académica que consigan materializar el proyecto, aunque se mantienen sin presupuesto.

M. Tamayo

29 abr 2022 - 04:56

La New European Bauhaus arma un “laboratorio de ideas” para volverse tangible

 

 

La New European Bauhaus parece haber llevado al extremo una de sus tres máximas, la belleza, y se ha embarcado en la performance de uno de los versos de Antonio Machado: “caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Así, los nuevos proyectos de la iniciativa arquitectónica de la Unión Europea se basan, en gran medida, en recoger las propuestas que los profesionales desarrollan con la esperanza de que Bruselas se fije en ellos. Uno de los elegidos por el equipo de Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, es NEB goes South, del que forma parte la Universidad Politécnica de Valencia.

 

La iniciativa se enmarca en las últimas propuestas de la Comisión es el NEB LAB, un think and do tank, según se autodefinen, que tiene la misión de la misión de “hacer la New Eurpean Bauhaus una realidad concreta de proyectos tangibles”. A pesar del ánimo de materializar el proyecto, el nuevo paso de la New European Bauhaus se mantiene, en gran medida, en el terreno de las ideas: con ello, la Comisión Europea recoge bajo su paraguas iniciativas ya creadas en toda Europa y que se corresponden con sus principios.

 

Además de NEB goes South, la Comisión ha seleccionado a dos iniciativas más: The New European Bauhaus of the Mountains, que pretende mejorar la calidad del entorno construido y la calidad de vida de los ciudadanos en las zonas rurales y de montaña, y Nordic carbon neutral Bauhaus, un foro abierto impulsado por los países nórdicos (Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia) que busca conseguir edificios neutros en carbono.

 

 

 

 

Por su parte, NEB goes South está coordinada por la Universidad de Oporto y en ella participan también académicos de la Universidad de Bolonia, la Escuela de arquitectura de Toulouse, la Universidad de Zagreb y la Universidad de Atenas, además de la de Valencia. Su objetivo es generar una plataforma abierta y colaborativa para aprender, debatir, diseñar e inspirar acciones que combinen sostenibilidad, estética e inclusión desde el sur de Europa, teniendo en cuenta que los territorios pueden compartir forma de vida y soluciones.

 

Tiramos adelante el proyecto hace un año con una pequeña financiación de la Universidad de Oporto porque veíamos que desde otras partes de Europa ya se estaban moviendo”, explica Débora Domingo-Calabuig, vicerrectora de Desarrollo Sostenible de Campus de la Universitat Politècnica de València (España) y coordinadora del proyecto. Entonces, diferentes universidades del sur del continente decidieron emular el proyecto nórdico, que ya había dado los primeros pasos, y celebrar jornadas para compartir su conocimiento.

 

Meses más tarde de la creación de diversos proyectos, la Comisión Europea lanzó la iniciativa NEB Lab que se iniciaba con una “llamada a amigos”, para que grupos de investigación se unieran a él. En total se presentaron 25 iniciativas, de las cuales se seleccionaron tres. “El NEB Lab proporciona un punto central de reunión para conectar y ayudará a construir un trabajo inicial para alcanzar cambios reales en el terreno”, defendía Mariya Gabriel, comisaria de Innovación, Investigación y Cultura durante su lanzamiento.

 

 

“Ahora tenemos que seguir moviéndonos”, admite Domingo-Calabuig. “Seguimos sin contar con financiación europea, pero esperamos que esa puerta se abra más tarde”, indica la coordinadora del proyecto. “Si no es a través de financiación directa de la New European Bauhaus esperamos que formar parte del proyecto nos dé puntos para futuras convocatorias europeas; justo ahora hemos solicitado financiación del programa Erasmus+ para poder celebrar un evento físico”, añade la arquitecta.

 

De conseguir financiación para sacar adelante el proyecto, Domingo Calabuig apunta a que se trataría de una investigación acompañada de un pequeño experimento sobre cómo las personas interactúan con el tejido urbano en los distintos puntos del sur de Europa. Para la arquitecta, la estrategia de la Comisión es acorde con los principios de la Bauhaus. “Para hacer un movimiento que vaya de abajo a arriba lo lógico es observar la diversidad y luego empezar a pensar sobre ella”, asegura Domingo-Calabuig.

 

Además de los tres proyectos dirigidos por la comunidad académica, la Comisión ha sacado adelante cinco iniciativas más bajo el paraguas de NEB Lab. Uno de ellos es la estrategia de clasificación, que trabaja en “identificar las características que hacen un proyecto sea New European Bauhus”. También hay un grupo de trabajo basado en como el marco regulador de la UE se puede adaptar al proyecto, mientras que han creado otro para investigar como se aprende en Europa y se comparte el conocimiento.

 

 

 

 

La Comisión no ha dejado de lado el campo de la financiación y cuenta con un cuarto proyecto que explora maneras de movilizar fondos privados para las actividades de la Nueva Bauhaus Europea, ya que las que los instrumentos y conocimientos tradicionales de la UE son insuficientes o inapropiados. El último proyecto bajo la iniciativa NEB Lab es el que se centra en métodos de financiación participativa con el foco en el crowdfunding y la financiación pública.

 

Una de las próximas iniciativas de la New European Bauhaus es un festival que se celebrará en Bruselas del 9 al 12 de junio. La iniciativa contará con tres ejes: exposiciones en los que se muestren proyectos que encajen con el espíritu del proyecto, actuaciones y debates. La organización del evento señala que la edición de 2022 se celebra en la capital belga, pero abre la puerta a próximas ediciones alrededor del continente.