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Madrid: ‘la ciudad de una hora y pico’ impulsa la peatonalización tras el Covid-19

La capital ha implementado carriles bici de forma provisional durante el desconfinamiento y añadirá 45 kilómetros de carriles bus, lo que supone un incremento del 30%.

Marta Tamayo

6 jul 2020 - 04:57

Madrid: ‘la ciudad de una hora y pico’ impulsa la peatonalización tras el Covid-19

Madrid impulsa la pacificación de las calles. El Consistorio de la capital se ha sumado a la reforma de otras ciudades europeas tras el confinamiento. Durante el estado de alarma, la ciudad empezó a implementar medidas como la peatonalización de calles como el Paseo de la Castellana o la avenida de Concha Espina y, tras la desescalada, está acelerando las reformas del plan de movilidad Madrid 360.

 

Antes de la pandemia, el vehículo privado copaba el 39% de los desplazamientos que se producían en la ciudad, mientras que el transporte público se reducía al 24% de los trayectos y los viajes a pie alcanzaban el 34%. El Gobierno local, liderado por José Luis Martínez-Almeida del Partido Popular, ya contaba con un plan para que el transporte privado dejara de dominar las estadísticas, pero teme que la pandemia provoque que se acentúen aún más.

 

Aunque la ciudad ya cuenta con restricciones para que los vehículos entren en el centro tras la implementación de Madrid Central, impulsado por el anterior Gobierno municipal de Manuela Carmena, tras la crisis sanitaria los viajes en vehículo privado han llegado a alcanza el 60% de los desplazamientos. Aun así, el actual Consistorio intentó derogar la reforma de Carmena y en su programa electoral abogaba por la eliminación de Madrid Central.

 

 

 

Para luchar contra esta tendencia, el Ayuntamiento ha peatonalizado de forma provisional 360.000 metros cuadrados durante el confinamiento y prepara la ampliación de los carriles bici sin permanencia, aunque el consistorio no ha hecho público cuantos kilómetros de vías para bicicletas va a sumar a la red actual. Con ello, el Consistorio busca dar más espacio a los vecinos para que circulen de forma segura por las calles, minimizando el riesgo de contagio, y disminuir el uso del coche.

 

“Estos proyectos tienen vocación de permanencia, pero estudiaremos los usos que se le dan y lo gestionaremos con las juntas de distritos”, ha explicado Federico Jiménez de Pago, coordinador general de Movilidad del Consistorio de Madrid, a EjePrime.  

 

La pandemia ha originado entre los madrileños una nueva forma de desplazamiento. Ahora, la hora punta para coger el transporte público se ha desplazado de las siete de la mañana hasta el mediodía. Además, el momento de máxima demanda se ha dilatado y se alarga de las doce a las tres de la tarde, según explica el coordinador de movilidad.

 

 

 

 

La incertidumbre y la sensación de peligro juegan en nuestra contra”, ha asegurado Jiménez de Pago, quien señala que el miedo a contagiarse debido a las aglomeraciones está dificultando que los ciudadanos escojan esta opción para desplazarse.

 

“El problema de Madrid es que la actividad económica se está concentrando en la zona norte, mientras que la población cada vez se ve más empujada a trasladarse al sur, así que tienen que hace largos trayectos en coche para llegar al trabajo”, ha asegurado Gonzalo Sánchez-Toscano arquitecto urbanista e investigador de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).

 

Para el arquitecto, la implantación de carriles bici y la peatonalización de las calles son reformas positivas, pero que no abordan el problema principal de Madrid. “Cada vez estamos más lejos de la ciudad de los quince minutos”, asegura Sánchez-Toscano.

 

 

 

 

El grupo de investigación Re-hab de la Universidad Politécnica de Madrid, del que Sánchez-Toscano forma parte, llevó a cabo un estudio sobre la densidad espacial de Madrid y la transformación que debía realizar la ciudad hasta convertirse en una urbe de quince minutos, bajo la teoría del urbanista francés Carlos Moreno.

 

Para el grupo de investigación de la UPM, la capital dista mucho de convertirse en el modelo que Anne Hidalgo quiere implantar en París. En contraposición a la ciudad de los quince minutos, los vecinos de Madrid necesitan desplazarse en trayectos pendulares de más de una hora, así que desde Re-hab, han bautizado a la capital española como la ciudad ineficiente o “la ciudad de la hora y pico”.

 

El arquitecto sostiene que la hiperespecialización de los barrios hace difícil que los vecinos de la capital puedan acceder en bicicleta o a pie a su puesto de trabajo, ya que han de salvar grandes distancias desde casa a la oficina.

 

 

 

 

El plan estrella del Ayuntamiento para absorber todos estos desplazamientos en coche pasa por impulsar el transporte público. Además, la Empresa Municipal de Transportes trabaja para que la flota de autobuses sea totalmente verde en cinco años, y el consistorio está ultimando la compra de treinta vehículos híbridos y ya ha incorporado cincuenta automóviles más que funcionan con energía eléctrica.

 

Otra de las soluciones que plantea el Ayuntamiento para que la ciudad reciba menos vehículos privados es la instalación de párkings disuasorios a la entrada de la ciudad. Actualmente, la capital cuenta con tres puntos donde los residentes de fuera de Madrid pueden dejar su vehículo, aunque esperan ampliarlos a catorce hasta el final de la legislatura.

 

Una vez dentro de la M-30, las opciones para desplazarse se multiplican. El consistorio también prevé ampliar el servicio de Bicimad, que alcanzó la cifra récord de 15.000 usuarios durante la pandemia. El pasado febrero, el consistorio ya presentó un plan de ampliación del servicio municipal de bicicleta compartida agregando cincuenta estaciones nuevas y llevando la red hasta distritos como Usera, Latina, Carabanchel o Puente de Vallecas.

 

 

 

 

Otra de las apuestas del consistorio para arañarle usuarios al coche en el centro es la concesión de licencias para el establecimiento de vehículos compartidos: tanto bicicletas como motos o automóviles. El gobierno municipal prepara la concesión de 4.800 licencias nuevas de bicisharing, con lo que aumentaría la oferta un 60% en la almendra central.

 

El Consistorio madrileño también ampliará las concesiones de carsharing. “Estamos trabajando con compañías eléctricas para electrificar las calles de Madrid”, asegura el coordinador municipal. Este sistema eléctrico contaría con puertos de carga en suelo privado, es decir, en gasolineras y centros comerciales, ya que, según Jiménez de Pago, de este modo su implementación será más fácil y rápida.