La vida te da sorpresas
16 jul 2018
La vida personal te da sorpresas, anécdotas o casualidades, y la vida profesional a veces también te las da. A continuación, os contaré lo que me ha ocurrido hace unos días en relación a la última operación firmada en mi despacho.
Hace unos meses, como nos sucede habitualmente, llamó a nuestra oficina una tal Carmen, que, recomendada por un buen cliente de nuestra cartera, Xavier, quería ser asesorada. Me citó para explicarme lo que pretendía.
Antes de seguir, quiero agradecer y hacer constar que todo nace gracias a esa recomendación que nos ganamos día a día, y que seguramente la tenemos gracias a una buena labor o trabajo ya realizado anteriormente y desde hace años con Xavier.
Carmen quería vender dos parcelas en un ámbito industrial en la zona del Vallés, concretamente en Granollers. Habiendo ya pasado la primera hora de conversación, sentados frente a frente en su despacho, fuimos adquiriendo confianza mutua, y ella cada vez me contaba más cosas. Me explicaba que la causa de vender la finca no era otra que la de vender lo que compartía con su hermana, Pilar, hermana con la cual tuvo problemas a la hora de aceptar una herencia por la muerte de su madre, y, desde entonces, 30 años atrás, no se hablaban.
Siguiendo mi protocolo, y una vez asesorada Carmen, faltaba por convencer a Pilar para que aceptase, no sólo mis condiciones de comercialización, sino también la venta de las dos fincas. Además tenía que pasar por la firma previa de un mandato de comercialización para empezar a trabajar. Pilar, estaba asesorada por una abogado llamada Marta, y gracias a su intervención logramos la firma de Carmen, concretamente la que yo no conocía.
Gracias a la intervención mía y de Marta, ambas hermanas (Carmen y Pilar) coincidieron y decidieron depositar la confianza en mi empresa para vender las dos hectáreas de suelo.
No pasó mucho tiempo y encontré a un interesado en los cerca de 20.000 metros cuadrados; además, no era un interesado cualquiera. Era una muy buena compañía líder mundial en el sector químico, y su responsable, interlocutor mío, certificó que todo iba por buen camino.
No quiero entrar en detalle, pero lo que sí puedo afirmar es que siendo una multinacional seria la parte compradora, nos lo pusieron más fácil. Cuando las negociaciones estuvieron avanzadas, el dirigente de la empresa dejó en manos del abogado de la misma el remate de la operación. Marta y un yo toreamos hasta el final y. habiendo las partes llegado a un acuerdo, se decidió rubricar la firma de la compraventa.
Sorpresa la nuestra cuando nos dijeron que la firma tenía que ser en Sevilla, y más concretamente en Dos Hermanas. La parte compradora siempre decide y costea los gastos de Notario, y sí o si tenía que ser en esa población. Tanto la empresa, con su sede social, como su Notario, estaban en Dos Hermanas. Por tanto, los clientes vendedores y yo mismo, teníamos que desplazarnos 1.000 kilómetros para concretar la transacción.
La desunión entre las dos hermanas provocó que una de ellas, Pilar, diera poderes y facultades para vender a Marta (su Abogado), y mi cliente, Carmen (la otra hermana). Juntos salimos desde Barcelona con destino a Sevilla en un vuelo de Ryan Air.
Eso sí, aprovechando el viaje, decidimos excedernos algo más en el tiempo que únicamente para la simple firma, y vendedores y yo pasamos dos días completos por tierras andaluzas.
Todo ha servido para deshacer un vínculo entre dos hermanas que no se entienden, ni creo que se lleguen a entender jamás, y también para disfrutar de dos días en Don Hermanas (Sevilla).
Además de ganarnos un dinerito todos, hemos estado en una población que no conocíamos, y NCI ha realizado una operación inmobiliaria con una multinacional líder en su sector, a la que le hemos vendido parte de un municipio de Cataluña en el cual es difícil encontrar suelo disponible.
Carles Torres
Carles Torres es Agente Inmobiliario desde 1982, además de Administrador de Fincas Colegiado. Antes había trabajado en diferentes empresas. Siempre especializado en área industrial en el ámbito catalán, ha desarrollado su carrera profesional en compañías como Cutillas, Auguste Thouard (hoy BNP Paribas) o Forcadell. Hace más de veinte años se embarcó en un nuevo proyecto, NCI Asesores Inmobiliarios, del que es propietario.
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