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Especial 2020: el negocio del ‘real estate’ en el año del Covid-19

Sin turismo no hay paraíso

El sector inmobiliario de las principales plazas turísticas de España se ha visto fuertemente afectado por el descenso en la llegada de visitantes internacionales.

M. V. O.

28 dic 2020 - 04:57

Sin turismo no hay paraíso

Como cada año, EjePrime realiza en las últimas semanas de diciembre un repaso a los últimos doce meses en el negocio del real estate, marcados por el impacto de la pandemia del Covid-19. Análisis macroeconómico de España y el mundo, recorrido por los fenómenos sociales que ha provocado el coronavirus y un recorrido por el impacto en las principales empresas del sector forman el Especial 2020: el negocio del real estate en el año del Covid-19.

 

La primera caída de valor desde 2016. Una de las consecuencias directas y más duraderas en el tiempo del Covid-19 ha sido la limitación de los desplazamientos internacionales, especialmente de aquellos realizados por ocio. Tras el estallido de la pandemia, España registró cero turistas durante dos meses consecutivos y una reducción interanual del 97,7% en el número de llegadas en junio. A pesar de la reapertura de verano, julio y agosto se cerraron con una caída superior al 75% y las restricciones de la segunda ola incrementaron de nuevo el descenso de turistas hasta el 87,1% en septiembre y el 86,6% en octubre, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

 

Estas contracciones han tenido un impacto directo en el sector residencial, especialmente en aquellas plazas en las que los turistas, tanto nacionales como, sobre todo, internacionales, tienen un mayor peso en el mercado de compraventa. En este sentido, el coronavirus ha provocado la primera caída del valor de las viviendas en los principales mercados turísticos españoles desde 2016.

 

 

 

 

A cierre de noviembre, la costa mediterránea sufría una caída interanual del 0,7%, que llegó a ser del 3,3% en septiembre y del 6,7% en octubre, según datos de la tasadora Tinsa. Desde mínimos de la última crisis, los mercados turísticos de la costa mediterránea han incrementado un 15% el precio de la vivienda, que se mantiene un 43,7% por debajo de los máximos del boom inmobiliario que terminó en 2018.

 

En Baleares y Canarias, la caída, la primera desde 2014, fue aún más pronunciada, con un descenso interanual del 5,3% en noviembre. De todos modos, en las islas la caída en octubre fue más suave, con un 0,1%; mientras que en septiembre fue del 3,8% interanual. Estos dos mercados son los que más se acercan a los precios del anterior ciclo inmobiliario, ya que sólo están un 19,9% por debajo de los máximos de 2008. En el otro lado de la balanza, los precios en ambos archipiélagos se encuentran un 22,3% por encima de los mínimos de la crisis económica.

 

Caen los compradores extranjeros de vivienda

Las regiones más afectadas han sido las que cuentan con un mayor porcentaje de compradores de vivienda extranjeros. A pesar de las limitaciones en los viajes, en el tercer trimestre de 2020, los compradores no españoles representaron el 27,1% de las compras de activos residenciales en Baleares, lejos del 32,4% que coparon en el primer trimestre del año, aunque por encima del 24,6% de las ventas que fueron protagonizadas por extranjeros entre julio y septiembre.

 

 El buen comportamiento del primer trimestre permitió a la región insular cerrar los nueve primeros meses del año con un 30,6% de viviendas adquiridas por extranjeros, superando el 29,4% de 2019 e igualando el volumen registrados en 2014, según datos del Colegio de Registradores. Canarias, por su parte, se mantuvo en la segunda posición, con un 26,3% de las que se realizaron, por debajo del 32,4% del primer trimestre, pero recuperando parte del terreno perdido en primavera, cuando los extranjeros compraron el 24,5% de las viviendas.

 

 

 

Sin embargo, en el conjunto del año hasta el tercer trimestre, sólo el 23,5% de las viviendas fueron adquiridas por ciudadanos no españolas, el menor porcentaje desde 2012, cuando el 22,2% de los activos residenciales fueron comprados por extranjeros. Desde entonces, en ningún año se había bajado del 25%, e incluso se superó el 30% en 2016 y 2017.

 

Por detrás de los dos archipiélagos en el tercer trimestre se situaron las regiones bañadas por el Mediterráneo. En Comunidad Valenciana los extranjeros compraron el 24,1% del total de viviendas; en Región de Murcia, el 17,5%; en Andalucía, el 12,3%, y en Cataluña, el 12,1%. En todos los casos, el porcentaje de compraventas protagonizadas por extranjeros se vio reducido en los tres primeros trimestres de 2020 respecto a los años anteriores.

 

En la Comunidad Valenciana el impacto fue especialmente duro. Si a cierre de 2019 el 26,2% de las operaciones fueron de compradores no españoles, hasta septiembre de 2020, el porcentaje se redujo en más de 1,3 puntos porcentuales, hasta el 24,9% del total, el peor dato histórico desde 2013, año en el que los compradores extranjeros comenzaron a fijarse en este mercado y que significó un incremento de 6,7 puntos porcentuales, pasando del 18,3% de 2012 al 25% de 2013.

 

 

 

 

En Murcia, se situaron en el 18,3%, el menor dato desde 2015 y más de 1,7 puntos porcentuales por debajo del 20% registrado a cierre de 2019 y poniendo fin a un incremento paulatino que se daba desde, como mínimo, 2012, el primer año del que el Colegio de Registradores ofrece datos.

 

Hasta septiembre se registró el mínimo desde 2012 en el porcentaje de compradores extranjeros en Andalucía, con el 11,9% del total. Del mismo modo que en Comunidad Valenciana, la región septentrional, se disparó en 2013, pasando del 9,7% en 2012 al 13,2% en el año siguiente. Sin embargo, tras alcanzar su máximo en 2014, con el 15,8% del total, los extranjeros han ido perdiendo peso en Andalucía año tras año.

 

Por su parte, Cataluña cerró los nueve primeros meses del año con un 12,3% de las transacciones residenciales protagonizadas por extranjeros, un porcentaje prácticamente idéntico al registrado en 2019 y en la misma línea que los de los últimos cinco ejercicios. De hecho, sólo en 2014, con un 14,1% del total, y en 2028, con un 11,7%, los extranjeros no representaron el 12% del total de las operaciones realizadas en la comunidad autónoma.

 

Alicante y Santa Cruz, las provincias más afectadas

Por provincias, las dos con un mayor porcentaje de viviendas adquiridas por extranjeros (dejando de lado la comunidad autónoma uniprovincial de Baleares), Alicante y Santa Cruz de Tenerife, fueron las más afectadas por la crisis del coronavirus.

 

En concreto, Alicante perdió la cota del 40% del total que mantenía desde 2013, con un 39,2% del conjunto de las compraventas realizadas por no españoles hasta cierre de septiembre. Se trata del peor dato desde 2012, cuando se cerró el año con un 33,5% del total de viviendas transaccionadas.

 

Por su parte, Santa Cruz de Tenerife perdió la cota del 30% y confirmó el hundimiento de este mercado en los últimos años. En 2017, los extranjeros cerraron cuatro de cada diez transacciones de activos residenciales, porcentaje que se ha ido reduciendo año a año desde entonces. En 2018, fueron el 37,6% de las compraventas; en 2019, el 31,4% de las operaciones, y hasta el tercer trimestre de 2020, el 28,5% de las transacciones.

 

 

 

Por encima del 20% del total también se encuentran Málaga y Girona, mercados que se han visto menos perjudicados por la crisis del coronavirus. En la provincia andaluza, los extranjeros representaron hasta septiembre el 28,1% de los compradores de viviendas, en línea con los dos ejercicios anteriores, aunque lejos del récord del 34,6% registrado en 2014.

 

En Girona, por su parte, los datos fueron calcados en 2019 y en los tres primeros trimestres de 2020, con un 26,9% del total de las compraventas de viviendas realizadas por compradores de origen extranjero, frente al 26,7% que se registró 2019.

 

Las Palmas también vio reducido el porcentaje de viviendas compradas por extranjeros hasta septiembre de 2020 respecto al conjunto de 2019, con un 18,3% frente al 20%, que significó el récord histórico de la provincia.