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Aguirre Newman y Housers refuerzan su ‘proptech’: Lemonkey abre una ronda de 300.000 euros

La empresa invertirá en 2018 en una campaña de medio, centrada en el consumidor, para intentar ser la referencia de las inmobiliarias low cost.

Jabier Izquierdo

31 oct 2017 - 05:00

Aguirre Newman y Housers refuerzan su ‘proptech’: Lemonkey abre una ronda de 300.000 euros

 

Lemonkey, la proptech lanzada hace cuatro meses por Aguirre Newman y Housers, confía en llegar a más ciudades y más hogares en España en 2018. Tras vender sus primeros siete pisos en Madrid, la empresa abrirá en noviembre una ronda de financiación para captar más de 300.000 euros con el que iniciar una nueva etapa de crecimiento, tal y como ha explicado a EjePrime Arturo Ballester, consejero delegado de la empresa. El plan se realizará a través de crowdcube, una plataforma de crowdfunding especializada para empresas.

 

“Tenemos que ser una compañía de gran mercado. Si no es así, no será”, apunta Ballester. No en vano, el objetivo fijado por la compañía para los próximos años es ambicioso: “En 2019 queremos tener el 5% de la cuota nacional”.

 

Con sede en Valencia, “pero la dirección de la empresa en la nube”, esta inmobiliaria digital apuesta por el low cost y el mercado masivo: “El ahorro que generamos a nuestros clientes, en comparación con los gastos con una inmobiliaria tradicional, es de un 98%”. Para alcanzar esta cifra, el grupo ofrece la posibilidad de gestionar la búsqueda de inquilinos o compradores de la vivienda desde 50 euros al mes, con una permanencia mínima de seis meses y sin comisiones de agencia.

 

 

Lemonkey trabaja de manera híbrida: aunque se trata de un portal web, posee delegaciones físicas en las ciudades en las que opera para “poder dar un servicio de cercanía y realizar una mejor valoración y gestión de todo lo relacionado con una operación inmobiliaria”, incide Ballester. “Lo primero que hacemos cuando un cliente nos llama es concertar una cita con él en el que visitamos y valoramos la casa. Una vez contratado el servicio, mandamos un fotógrafo profesional a la casa y a las 48 horas, si el propietario da el visto bueno al anuncio que le presentamos, la vivienda está visible en medio centenar de portales de internet. Nosotros mismos atendemos a las llamadas”, explican desde Lemonkey.

 

Por el momento, la compañía opera en Madrid, Barcelona, Valencia, Palma de Mallorca y Castellón, si bien ya trabaja para abrir sus horizontes. “Tenemos previsto aliarnos con socios locales en Alicante y Málaga para estar también presentes allí”, adelanta Ballester. En cuanto a una futura expansión internacional, el directivo aún cree que “hay que esperar”. “Primero debemos funcionar en España”, sostiene.

 

Aguirre Newman y Housers refuerzan su ‘proptech’: Lemonkey abre una ronda de 300.000 euros

 

En la capital española han realizado sus primeras ventas, apoyados en que “Madrid va como un tiro”, si bien Ballester justifica esta centralización de sus operaciones con que “en el resto de ciudades en las que estamos, llevamos menos tiempo”. “En Barcelona, por ejemplo, abrimos en septiembre la delegación y en Palma ya tenemos varias casas en el mercado”, añade el ejecutivo.

 

Lemonkey ha lanzado un pack de alquileres para aumentar su portfolio. En total son cuatro las opciones de arrendamiento que ha creado: una primera en la que el propietario sólo contrata la búsqueda de un inquilino; una segunda por la cuál la empresa se encarga del mantenimiento del inmueble y de atender al inquilino; existe otro modelo en el que la proptech se encarga además del cobro de los pagos mensuales por arrendamiento y una última opción que está centrada en los alquileres vacacionales.

 

 

Ballester califica a Lemonkey como “una empresa de proceso”: “Buscamos gestionar cada uno de los eslabones que se han de sortear en todo el camino que se ha de discurrir en la venta o alquiler de un piso”.

 

 

Mercados terciarios

Desde la empresa española no se descarta la apertura de su paquete de gestión a los mercados terciarios. Operaciones inmobiliarias relacionadas con oficinas, tiendas o naves logísticas “no entran” en la previsión a medio plazo de Lemonkey, pero Ballester no las descarta para el futuro: “queremos que haya en la empresa una parte relacionada con el consumidor, pero también otra para profesionales, pero esto dependerá de nuestro crecimiento. Si conseguimos posicionarnos bien en el mercado, la opción de gestionar otro tipo de activos vendrá sola”. Y con ello, también “nuevos directivos” que fortalezcan la estructura de la empresa que dirige.

 

Con sólo cuatro meses de vida, Lemonkey prevé cerrar 2017 con una cifra de ventas de 100.000 euros, unos números que aspiran a aumentar el próximo año apostando por la “disrupción total” de la forma de gestionar las transacciones de viviendas: “Queremos ser la referencia de las inmobiliarias low cost”.