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La guerra en Ucrania echa más leña a la escalada de precios de la construcción

La subida del precio de la energía, que afectará especialmente la producción de cemento y cerámica, y el repunte del precio del aluminio se apuntan como los dos factores que más pueden contribuir a disparar aún más unos costes que ya se sitúan en máximos históricos.

Abel Pujol

25 feb 2022 - 05:00

La guerra en Ucrania echa más leña a la escalada de precios de la construcción

 

 

La guerra en Ucrania también amenaza al sector español de la construcción. La decisión del gobierno ruso de invadir su país vecino tiene visos de impactar directamente en los costes de los materiales de la construcción en España, que desde hace meses se sitúan en máximos históricos.

 

En los últimos meses, la escalada de costes ha determinado que centenares de concursos de obras públicas quedasen desiertos, además de contribuir a una subida generalizada del precio final de los activos en construcción en todos los segmentos del real estate y el conflicto bélico en el tablero europeo solo puede contribuir negativamente a ampliar el problema, según las principales voces del sector.  

 

“La guerra en Ucrania va a impactar directamente en los costes de la construcción, es una muy mala noticia que puede determinar un enorme freno al sector”, exclama Pedro Fernández Alén, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) en España, a EjePrime.

 

La ofensiva rusa en Ucrania coincide con un contexto del real estate español donde los costes directos de construcción en la edificación residencial subieron un 23,5% interanual en 2021, frente al descenso del 3,8% que registraron en 2020, según refleja el recientemente publicado Índice de Costes Directos de Construcción que elabora ACR.

 

“Una subida de los precios de la energía afectará decisivamente a materiales como el cemento, donde dos terceras partes del coste viene de la fuente de energía, y de la cerámica, donde la energía representa un tercio del coste; además, hay que destacar que las constructoras españolas importamos casi la totalidad del aluminio que utilizamos de Rusia, con lo que una previsible subida de precios del aluminio repercutirá en más escalada de costes”, advierte el máximo responsable de la patronal.

 

 

A pocas horas de la entrada de tanques rusos en territorio ucraniano, el precio de la electricidad y el gas, que en los últimos meses han sido los principales causantes del aumento de costes en las obras, empezaban a tomar una virulenta tendencia al alza.

 

El pasado miércoles, el precio del gas en el mercado español cerró en 87 euros por megavatio hora y la previsión para hoy era que se mantuviera sobre los 113 euros por megavatio hora, lo que representa una subida de 25,52 y una escalada del 29,2% en un solo día. El repunte del gas también influye en el mercado de la electricidad nacional, o pool, ya que parte del sistema energético español se abastece de las centrales térmicas de ciclo combinado, que usan gas para funcionar.

 

En las últimas 24 horas, el pool eléctrico nacional se encareció un 10%, pasando de 210,61 euros por megavatio hora al filo de la medianoche del miércoles al jueves hasta los 230 euros por megavatio hora con los que cerró ayer. Para hoy, el precio previsto ronda 270 euros por megavatio hora, con picos que pueden alcanzar 300 euros por megavatio hora. Respecto a los hidrocarburos, el precio del petróleo se disparó ayer más de un 5%, hasta el entorno de los 100 dólares por barril de Brent.

 

Por materiales, los principales actores del sector de la construcción del mercado español temen la subida del precio del aluminio en un contexto en el que la aplicación de aranceles a las exportaciones rusas pueda impactar en el coste de este material.

 

A cierre de 2021, según los datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, España había importado 28,5 toneladas de aluminio de Rusia, por 57,4 millones de euros. Después de China (335 millones de euros) e India (115,2 millones de euros), Rusia es el tercer país donde España compra más aluminio, aunque el peso de las importaciones rusas de este material ha ido a la baja en los últimos años, pasando de las 55,5 toneladas por 110,8 millones de euros de 2015 a las menos de treinta toneladas del año pasado.

 

 

Concursos desiertos y perspectivas poco halagüeñas

 

La escalada en los precios de la construcción en España provocó que 484 concursos de obra pública quedaran desiertos en España entre noviembre y el pasado 20 de enero, sumando un importe de 230 millones de euros, tal y como destaca un informe reciente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC).

 

La patronal destacaba que la falta creciente de ofertas en numerosas licitaciones se añadió a los retrasos o paralizaciones en la ejecución de obras ya adjudicadas, e incluso cancelaciones puntuales de contratos, que ya se estaban produciendo por el repunte del precio en las materias primas, los problemas de suministro y la falta de mano de obra cualificada.

 

La constructora navarra ACR, en su informe anual sobre los costes de la construcción, cifró recientemente el repunte de los precios de los materiales en un 23,5% en 2021, un registro que bate máximos históricos.

 

El director general de ACR, Guillermo Jiménez Michavila, explicó que “esta subida está directamente relacionada con el incremento en el precio de las materias primas, la energía y el transporte y también fuertemente influida por la rotura de stock en las cadenas de suministro, por lo que no es probable que los costes de construcción se estabilicen hasta que estas disfunciones se corrijan”.

 

Michavila añadía que el contexto de incertidumbre, alimentado por tensiones geopolíticas y la evolución de las variantes de la Covid-19, “hace que sea difícil anticipar el comportamiento de los precios en los próximos meses”, indicaba el directivo, que sí descartaba de plano que se produjeran bajadas a medio plazo. “Si no se complica más el panorama internacional, esperaríamos que los precios de la energía se normalizasen a finales del primer trimestre y el suministro de materias primas en verano”, concluía el directivo.

 

Los planes del Gobierno ruso, con Vladimir Putin a la cabeza, han dejado la esperanzada predicción de una reducción de los costes a medio plazo en papel mojado.