España se sitúa en los primeros puestos europeos en el uso de oficinas flexibles
Un estudio elaborado por Cushman & Wakefield destaca que hasta junio el espacio flexible supuso el 2% de la contratación total de oficinas en Madrid y Barcelona. La superficie utilizada se acerca a los 500.000 metros cuadrados.
16 oct 2025 - 17:13
Un comportamientos de racionalización del gasto. A pesar de que últimamente en el centro de las grandes ciudades se está produciendo un creciente cambio de uso de edificios de oficinas por viviendas, en muchos casos en zona prime, España se posiciona entre los mercados europeos “más desarrollados” en oficinas flexibles, con un 63% de madurez, según se desprende del informe ‘Global Trends in Flexible Office 2025’ elaborado por Cushman & Wakefield.
El mercado español de este tipo de oficinas (que ofrecen una mayor adaptación a las empresas, pagando solo por el tiempo de uso, o eligiendo únicamente los servicios complementarios que se van a utilizar), continúa su expansión sostenida, llegando a un nivel comparable al de Alemania y Suecia, y solo por detrás de los referentes europeos: Reino Unido (97%) y Francia (96%).
“Este resultado confirma la fuerte consolidación del modelo en el país y su creciente peso dentro del panorama internacional”, resaltan desde Cushman & Wakefield, que explica que “la combinación de una demanda sostenida, el interés por espacios colaborativos y bien equipados, y la adopción generalizada de modelos híbridos de trabajo refuerzan la expansión del segmento en las principales ciudades españolas”. Este estudio evalúa el grado de madurez de cada país a partir de factores como la penetración del espacio flexible en el mercado de oficinas, la presencia y actividad de los principales operadores, y el desarrollo de nuevos modelos contractuales más ágiles y adaptativos.
En términos de penetración sobre el stock total de oficinas, el flex supone ya el 1,9% del mercado madrileño y el 3,2% en el barcelonés
Estos elementos sitúan a España en una posición sólida dentro del contexto europeo y apuntan a un amplio potencial de crecimiento estructural en los próximos años. Subraya que, durante el primer semestre de 2025, el espacio flexible representó el 2% de la contratación total de oficinas en Madrid y Barcelona. La superficie acumulada de oficinas flexibles alcanza 265.000 metros cuadrados en Madrid y 233.000 metros cuadrados en Barcelona, lo que las sitúa como dos de los principales ‘hubs’ europeos en este segmento.
En términos de penetración sobre el stock total de oficinas, el flex supone ya el 1,9% del mercado madrileño y el 3,2% en el barcelonés, cifras que reflejan una “tendencia creciente y consolidan el papel de estos espacios como alternativa real a los modelos tradicionales” se recoge en el informe. A escala global, Cushman & Wakefield señala que el 55% de los ocupantes ya utiliza oficinas flexibles como parte de su estrategia inmobiliaria, y un 17% adicional planea aumentar su uso en los próximos años.
“El modelo se ha consolidado como un componente clave en las estrategias corporativas, tanto a corto como a largo plazo, al permitir decisiones más ágiles y una ocupación eficiente”, recalca el informe, que apunta que la región de Europa, Oriente Medio y África (Emea) lidera en su uso.
En concreto, el 61% de las empresas de estas zonas ha incorporado oficinas flexibles, en un contexto en el que el mercado evoluciona hacia acuerdos de gestión compartida entre propietarios y operadores, así como hacia el formato de managed offices, que permite una implantación más rápida y una operativa simplificada.
Las empresas valoran el modelo flexible por su capacidad para adaptarse a las nuevas formas de trabajo y por ofrecer entornos que impulsan la colaboración
Esta tipología de espacios está ganando protagonismo en ciudades europeas donde la calidad del espacio y la experiencia del ocupante se han convertido en factores diferenciales, al tiempo que los costes de adecuación de oficinas tradicionales, que superan los 1.500 euros por metro cuadrado, “refuerzan esta tendencia, impulsando la preferencia por espacios ya equipados que reducen la inversión inicial”.
En este sentido, el socio internacional y director de oficinas España de Cushman & Wakefield, Javier Bernadas, ha vaticinado que “el negocio de oficinas flexibles continuará creciendo en el país, impulsado por la utilidad cada vez mayor que este modelo ofrece a las corporaciones. Las empresas valoran el modelo flexible por su capacidad para adaptarse a las nuevas formas de trabajo y por ofrecer entornos que impulsan la colaboración, elementos que hoy son esenciales en cualquier estrategia inmobiliaria”, explica.