El proyecto Retamar entregará las primeras viviendas a partir de 2028

Nuevo proyecto en marcha. La falta de vivienda que tiene la Comunidad de Madrid para atender la elevada demanda cuenta con una serie de grandes aliados para corregir esta situación del mercado. Los variados y numerosos macroproyectos residenciales que rodean o están próximos a la capital, van a jugar un papel crucial a la hora de incrementar la oferta de vivienda. La Operación Chamartín, conocida como Madrid Nuevo Norte, Los Ahijones, Los Berrocales, Los Cerros, la Operación Campamento, el Ensanche de Brunete serán decisivos para cambiar el mercado residencial en Madrid.

Precisamente otro de estos desarrollos urbanísticos es Retamar, localizado en la localidad madrileña de Alcorcón, al suroeste de la capital y que está dando los pasos adecuados para que el proyecto sea una realidad, tras varias décadas en el dique seco como consecuencia de los plazos que rigen actualmente el urbanismo en España.

A finales del tercer trimestre de este año está previsto que se inicien las obras de urbanización del proyecto, donde se invertirán cerca de 100 millones de euros, para completar la inversión hasta los 900 millones con la edificación de las 3.500 viviendas previstas. Las obras de construcción de las primeras viviendas se iniciarán a finales de 2026 o primeros de 2027, por lo que las primeras viviendas acabadas comenzarán a entregarse a partir de 2028 y principios de 2029, según explican a EjePrime fuentes de este desarrollo urbanístico.

El Ayuntamiento de Alcorcón participa con un 21%, junto a promotoras como Culmia, La Llave de Oro, Aedas Homes y Realia

El proyecto cuenta con otra inversión de cerca de 15 millones de euros para la mejora de la accesibilidad. Contará con un acceso directo a la M50, con lo que asegura una conexión rápida con las principales vías de Madrid, como la A5 y la M40, facilitando desplazamientos a toda el área metropolitana. En condiciones óptimas el trayecto al centro de Madrid en coche podrá realizarse en menos de 20 minutos.

El proyecto, que es uno de los más interesantes que se pueden encontrar en la Comunidad de Madrid, abarca una parcela de 114 hectáreas de terreno y contempla la construcción de 3.500 viviendas, de las cuales 1.120 serán públicas, y otras 560 serán unifamiliares, lo que dará al complejo una característica de miniciudad.

Mediante un proyecto de colaboración público-privado, el Ayuntamiento de Alcorcón participa en este desarrollo urbanístico con un 21%, junto a promotoras como Culmia que obstenta cerca del 30%, La Llave de Oro el 15%, Aedas Homes más del 10% y Realia el 9%, mientras que entre un 13% o un 14% se encuentra en manos de minoritarios.

El desarrollo urbanístico Retamar cuenta con un diseño de ciudad basado en calles más estrechas de lo habitual, sin perjuicio de que haya grandes avenidas, al tiempo que se rescatarán dos arroyos para la creación de dos parques fluviales. La urbanización contará con 6 kilómetros de sendas peatonales, una vía pecuaria y 7 kilómetros de carriles bici, “lo que confieren al proyecto “una escala humana más agradable de forma que desde cualquier vivienda se pueda circular en bici sin tener que cruzar ninguna carretera” explican las fuentes consultadas.

Las zonas verdes ocuparán una extensión de 30 hectáreas, los parques urbanos 14,5 hectáreas

“Se trata de ofrecer un concepto de ciudad amable que se adapte a las necesidades que hoy en día busca el comprador, un concepto que busca el aprovechamiento del tiempo libre, poder montar en bici, salir a realizar deporte y todo ello en la propia urbanización”, añaden estas fuentes, que descartan que se trate de un proyecto de lujo. “No es así, ofrecemos un lujo conceptual y de verdad, quien quiera comprar una vivienda la va a poder comprar”.

Las zonas verdes ocuparán una extensión de 30 hectáreas, los parques urbanos 14,5 hectáreas, mientras que el espacio de aparcamiento alcanzará los 40.000 metros cuadrados.

El proyecto inicial de Retamar deriva del plan general de ordenación urbana de Alcorcón de enero de 1999 que clasificó el área como suelo no urbanizable común para ya en abril de 2013 aprobarse el plan de sectorización específico para Retamar, donde se clasificó como suelo urbanizable con ordenación pormenorizada. Fue en noviembre de 2014 cuando se otorgó la escritura de constitución de la Junta de Compensación para así poder presentar y tramitar ante las administraciones los instrumentos de gestión necesarios para desarrollar el área.