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España lidera el mercado de centros de datos en el sur de Europa

Una posición estratégica a nivel mundial, bajo coste del suelo y liderazgo en energía renovable hacen de España un mercado muy favorable para data centers. La patronal prevé inversiones de 8.000 millones de euros a corto plazo.

España lidera el mercado de centros de datos en el sur de Europa
España lidera el mercado de centros de datos en el sur de Europa

J. Álvarez

12 ago 2025 - 05:00

Radiografía del mercado de centros de datos en España. El progreso de la sociedad hacía la necesidad de interconexión digital ha situado a los centros de datos en el motor del cambio, por lo que no es de extrañar el impulso de estos en términos de capacidad, eficiencia, seguridad y sostenibilidad que están experimentando estos complejos.

 

¿Cómo funciona esta nueva tipología de activo inmobiliario? La Asociación Española de Data Centers (Spain DC) denomina estas infraestructuras como “centros logísticos de la era digital” dado su papel en el almacenamiento, procesamiento y distribución de datos. En palabras de su directora ejecutiva, Begoña Villacís, en una entrevista con EjePrime, se trata de “lo que sustenta la cuarta revolución industrial”. Se trata de un inmueble que llega a España tras expandirse a nivel mundial. Según la citada patronal, el 33% de los centros de datos se encuentran en Estados Unidos, el 16% en Europa y cerca del 10% en China, informaba Spain DC.

 

En el caso de España, la inversión en data centers viene marcando tendencias positivas. Según la consultora Colliers, más de 1.000 millones de euros fueron transaccionados en 2024 en este tipo de activos en la Península Ibérica, lo que demuestra el gran apetito inversor en este sector y la proyección del mercado hacia regiones europeas como España y Portugal. Algo en lo que coinciden desde Spain DC, que reconocen que el mercado español, pese a encontrarse aún por detrás de Alemania, Reino Unido o Francia, cuenta con una infraestructura diversa y una oportunidad estratégica “que no se puede ignorar”, ahora que los mercados europeos líderes, denominados “Flap-D” (Fráncfort, Londres, Ámsterdam, París y, recientemente, Dublín), se ven afectados por limitaciones de redes energéticas y económicas.

 

Una situación que moviliza el foco inversor hacia el sur de Europa. Así, Spain DC prevé que hasta 2026 la expansión del segmento podría impulsar inversiones a nivel nacional por valor de hasta 8.000 millones de euros, mientras que para 2030 la llegada de capital podría alcanzar los 58.000 millones.

 

 

 

 

 

España, en concreto, se posiciona como un destino emergente en data centers y se ve beneficiado por el bajo coste del suelo y su liderazgo en energía renovable, así como el menor coste de electricidad en comparación con el resto de Europa, según Merlin Properties, una de las empresas españolas que más fuertemente han apostado por esta tipología de activos. De la misma manera se pronuncia Begoña Villacís que recordaba que España se encontraba en una posición en la que podría llegar a liderar el sector, “tras el Pacto Verde Europeo, la energía con la que se tienen que nutrir es energía renovable y nosotros somos un país líder en energía renovable”. Además, añadía que los centros constituidos en el país son de última generación y, por tanto, “bastante sostenibles”.

 

Factores de peso que, sumados a la posición geográfica del país como puente natural entre Europa, África y América Latina, hacen de España uno de los países con mayor proyección en el ecosistema europeo gracias a los cables submarinos de fibra óptica que atraviesan la Península. El 70% del tráfico de datos entre Estados Unidos y Europa pasa por este mercado. Así, los líderes internacionales del sector (hiperescalares) han puesto el ojo sobre el país y Amazon, Microsoft, Google, IBM, Oracle y Meta cuentan con planes en España.

 

En respuesta a esta demanda en auge, también son varias las compañías inmobiliarias que se han sumado al furor y forman parte mediante la construcción y desarrollo de las infraestructuras. Cabe destacar en este sentido el papel clave de la citada socimi Merlin Properties, con centros en Madrid, Barcelona y Bilbao y con previsiones de alcanzar los 274MW de capacidad instalada en los próximos cuatro años con una inversión de 2.400 millones de euros. Además, Equinix, Data4, Azora, Blackstone, Nabiax y Cyrus One, entre otros, son varios de los actores que conforman el mercado de centros de datos nacional.

 

Andrew Fray, head of Emea data centers de Cushman & Wakefield, apuntaba que España ha “experimentado un desarrollo significativo en los últimos años” y que podría alcanzar los 3.500 MW de capacidad en los próximos siete años frente a los más de 400MW actuales. “Es fundamental seguir invirtiendo en infraestructura crítica, especialmente en capacidad y resiliencia de la red eléctrica, así como en redes de transmisión de datos. España deberá mantener bajos los costes eléctricos y, sin duda, ser competitiva con respecto a otros países rivales, especialmente los nórdicos”. 

 

 

Equinix, Merlin, Data4, Azora, Blackstone, Nabiax y Cyrus One son algunos de los actores inmobiliarios que han apostado por esta industria en España

 

 

Madrid, epicentro de los ‘data centers’ españoles

La llegada de nuevos complejos no ha mermado el dominio de la capital en este sector del mercado inmobiliario, que a fecha de abril de 2025 situaba en 46 los centros de procesamiento de datos en la región, un 36,2% más que Cataluña y un 407,3% más que Aragón, según datos del gobierno regional.

 

La patronal señalaba que, en 2024, Madrid concentró el 54,8% de la oferta nacional frente al 18,5% de Barcelona y el 10,7% de Aragón. En el pasado ejercicio, la región alcanzó los 194,5MW de potencia instalada, un 32,31% más que en 2023. Colliers, en su informe Data Centers Snapshot, que recoge los datos de septiembre a marzo, registra una capacidad actual y futura de 792 IW IT teniendo en cuenta los proyectos en desarrollo.

 

“Madrid destaca especialmente por sus niveles de conectividad en telecomunicaciones, sus costes operativos relativamente competitivos y la rapidez para poner nuevas instalaciones en funcionamiento” comentaba Andrew Fray (C&W) al respecto, esperando que Madrid se convierta en una potencia a altura de los Flap-D, a los que ya supera en ritmo de crecimiento. Desde 2022, Madrid ha crecido a un ritmo del 23,5%, mientras que potencias del sector como Londres y Ámsterdam se situan con un 11% y un 5% respectivamente.

 

Así, según los datos de la consultora, la Comunidad de Madrid prevé acoger inversiones de 23.400 millones en data centers hasta 2028, 8.700 millones de inversión directa y 14.700 millones de inversión indirecta. Para el año 2030, señalan desde la consejería de digitalización autonómica, Madrid contaría con una cartera de proyectos que alcanzaría los 1,7GW de potencia.

 

 

 

 

Barcelona, Aragón y otros enclaves estratégicos

Pese a la brecha que existe entre Madrid y Barcelona y Aragón, estas dos últimas son otros baluartes españoles en lo que respecta a los centros de datos. Según Colliers, la capacidad futura de Barcelona ha aumentado un 38% (275 MW IT) respecto al semestre anterior, respaldada por transacciones como la compra de la compañía de centros de datos Adam Ecotech por parte del fondo CVC DIF o la del 80% de AQ Compute realizada por Bain Capital. Además, el gobierno catalán anunció el pasado mes de marzo su marco estratégico para promover el desarrollo de DC en la comunidad, también en una buena posición geográfica gracias a los cables submarinos que pasan por Sant Adrià de Besós.

 

Por su parte, Aragón, sitúa su capacidad futura un 24% por encima, un crecimiento respaldado por la apuesta de los hiperescalares y por operaciones como la que dio a conocer el gigante del sector Azora, que anunció el pasado mes de marzo la inversión de hasta 2.000 millones de euros en el proyecto conocido como Tillión. Se trata de un centro de datos en Villamayor de Gállego (Zaragoza) con 150MW asegurados, pero con perspectivas de alcanzar los 300MW con una mayor inversión. También en la región, Microsoft desarrolla un data center con una inversión aproximada de 2.900 millones (que se suma a los 6.000 millones anunciados para la creación de un campus de datos de 2026 a 2030), así como Blackstone hizo oficial la inversión de 7.500 millones en el proyecto Rodes el pasado año. AWS, además, cuenta con tres centros de datos operativos en la región, y anunció en 2024 una inversión de 15.700 millones en la comunidad hasta 2033. 

 

 

Sin embargo, ante la saturación y limitación de suministro eléctrico en Madrid y Barcelona, a la espera del plan 2025-2030 de Redeia, se han comenzado a explorar otras regiones del país. Por ejemplo, una de las comunidades que comienza a despuntar es Extremadura ahora que el gobierno autonómico y Merlin conformaron una alianza para la construcción de dos centros de datos de grandes dimensiones, uno en Cáceres y otros en Badajoz, con los que pretenden alcanzar una capacidad de 1GW en cada uno de ellos. Extremadura es de importante atractivo dada su producción de energía, al generar aproximadamente seis veces más de la que se consume.

 

También, Cantabria de la mano de Stoneshield, Castilla-La Mancha con el proyecto de Meta en Talavera de la Reina y Valencia con el proyecto Barracuda, que comtempla la instalación de un cable submarino entre la comunidad y Génova, además de los planes de NxN, que desarrollará su primer data center en el sur de Europa en Valencia, son otras regiones del país donde el mercado de centros de datos cobra importancia. 

 

En determinados nudos de la red de transporte de electricidad, el volumen de solicitudes supera la capacidad de absorción disponible, lo que ha provocado que deban celebrarse concursos para asignar dicha capacidad a las mejores iniciativas de mano el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). Este, recientemente, ha convocado los primeros concursos en nudos en Andalucía (276MW), Aragón (410MW), Castilla-La Macha (1.217MW), Cataluña (216MW), Galicia (182MW) y País Vasco, con dos nudos (993MW y 387MW). Para resolver los concursos, el Miteco aplicará tres criterios de adjudicación: emisiones evitadas de gases de efecto invernadero, volumen de inversión y fecha de inicio del consumo energético