Mercado

El consumo se aferra a 2024 aupado por el empleo y la bajada de tipos

A pesar de la ralentización del consumo privado en el último trimestre de 2023 y los elevados tipos de interés, el gasto de las familias se mantiene como uno de los principales pilares de la economía para el próximo ejercicio.

El consumo se aferra a 2024 aupado por el empleo y la bajada de tipos
El consumo se aferra a 2024 aupado por el empleo y la bajada de tipos
Con todo, desde Esade auguran que el Producto Interior Bruto (PIB) español se situará este año entre el 1,7% y el 1,8%, por encima de la media europea.

Marta Tamayo

21 feb 2024 - 05:00

El consumo no desfallece en 2024. El gasto privado se mantendrá como uno de los principales motores de la economía española durante el ejercicio, a pesar del aminoramiento del consumo en el último trimestre del pasado año. Pese a la resistencia que se espera para los próximos meses, la tendencia iniciada a finales de 2023 se irá manteniendo, con incrementos cada vez más tímidos, según el análisis de la escuela de negocios Esade en su Informe Económico y Financiero.

 

“Si es el mercado de trabajo continúa siendo aceptable, se traduce en confianza hacia las familias”, subraya Manuel Hidalgo, profesor de la Universidad Pablo de Olavide y senior fellow de EsadeEcPol, que ha dado por concluida la fase de recuperación de España tras la pandemia con la contención de la inflación y el crecimiento económico de 2023, que ha sido mayor de lo esperado.

 

Además, Hidalgo destaca el fuerte incremento que ha habido en el consumo de bienes duraderos en 2023, hasta un 7,8%, lo que indica condiciones económicas positivas, según el investigador. Este incremento del consumo está llevando a su vez a una suavización de las condiciones financieras. “Mientras no haya recortes en el consumo, el endurecimiento se podrá debilitar”, añade Hidalgo.

 

Para mantener el consumo, las familias han recurrido al crédito durante el año, a pesar de los altos tipos interés, aunque (junto al consumo) el uso de este recurso ha ido perdiendo fuelle a finales de año, según muestra la Encuesta de Préstamos Bancarios del Banco de España empleada para el informe.

 

 

“Según los datos del último boletín económico del Banco de España, este recurso al crédito habría ayudado a impulsar el consumo, lo que finalmente habría contribuido al crecimiento de la economía durante gran parte de 2023”, afirma el informe. Desde Esade destacan la resiliencia del consumo, a pesar de que los indicadores coyunturales han mostrado debilitamiento durante la segunda mitad del año pasado, una caída que achacan a que finalmente hayan afectado los costes de financiación.   

 

A pesar de la nota positiva que ofrecen el mercado laboral y la evolución del consumo, el informe recuerda que la inversión tanto privada, sobre todo en construcción y bienes de equipo, como pública continúa siendo deficiente. Una evolución lastrada por el bajo nivel de ejecución de los fondos Next Generation EU y que puede frenar la economía española a largo plazo.

 

Con todo, desde Esade auguran que el Producto Interior Bruto (PIB) español se situará este año entre el 1,7% y el 1,8%, por encima de la media europea, aunque amenazado por el debilitamiento de la inversión y la incertidumbre de las exportaciones.

 

 

Las perspectivas a largo plazo no son tan positivas”, reflexionaba Hidalgo durante la presentación del informe. El documento apunta a una mayor incertidumbre a largo plazo por la necesidad de la economía española de realizar reformas estructurales. “La insuficiente inversión empresarial, agravada por la deficiente inversión pública, condiciona la competitividad y el crecimiento potencial de España”, sentencia el informe.

 

Además, señala que sectores claves como el turismo o la agricultura y la ganadería se verán amenazados por el cambio climático, lo que requerirá inversiones significativas y un cambio profundo en el sistema estructural. Otro gran reto que señala el informe es la gestión de los flujos migratorios de forma óptima, ya que su integración laboral puede ayudar a contrarrestar el impacto del envejecimiento demográfico.

 

Desde Esade destacan como gran amenaza de la economía española a largo plazo la baja productividad, por lo que identifica como claves en los próximos años inversiones en el ámbito educativo y en la formación profesional “para crear un entorno que fomente el desarrollo de un tejido productivo competitivo, moderno y de alto valor añadido en sectores emergentes”.