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El mercado hotelero español ultima la apertura de 200 nuevos proyectos

El boom turístico se refleja en este mercado, con 200 aperturas previstas para el ejercicio 2026, de las que medio centenar serán de lujo. La inversión se dispara hasta los 3.000 millones, frente a los 500 millones de hace años.

El mercado hotelero español ultima la apertura de 200 nuevos proyectos
El mercado hotelero español ultima la apertura de 200 nuevos proyectos

Biel Huguet

25 jun 2025 - 05:00

Más hoteles. La oferta prevista para España en 2026 se sitúa en torno a unos 200 nuevos establecimientos, de los cuales más de un 25% van a ir enfocados al subsegmento de lujo (o gama alta). Así lo explica a EjePrime Javier Bravo, partner y head of hotels & hospitality en Catella. Entre estos establecimientos, destacan estrenos como Six Senses Madrid, Nobu y Nomade, también en la capital, o Thomson en Sevilla. 

 

El responsable de Catella afirma que “el crecimiento es sostenible siempre y cuando se apueste por crear valor; se debería atraer un turismo de mayor calidad, que tiene la capacidad de gastar más y es el que nos interesa para competir con otros destinos a nivel global”. Pone como ejemplo procesos de hoteleras como Meliá que, en la localidad mallorquina de Magaluf (que históricamente ha estado marcada por un turismo de excesos), llevó a cabo hace unos años una transformación de sus establecimientos y los subió de categoría “tras haber invertido muchos millones, algo que le ha dado la vuelta por completo a su cuenta de resultados”. Y remata diciendo que, próximamente, en las zonas más tensionadas a nivel hotelero, habrá tendencia hacia las reformas y la segmentación hacia otro tipo de público.  

 

En cuanto a las previsiones para cierre de este año, “todo apunta a que España llegará a 3.000 millones de euros en inversión”. Según Bravo, el hotelero se está posicionando como uno de los pilares fundamentales en el sector inmobiliario español. Explica que, en 2023, “con la pequeña crisis de inversión que se produjo tras la subida de tipos, el sector supuso más del 35% del total de la inversión”, aclara que “eso lo posiciona como activo refugio” y recuerda que, hace unos 15 años, esta actividad no llegaba a registrar ni siquiera 500 millones de euros por año.  

 

 

 

 

A la pregunta de si el mercado hotelero español podría llegar a una situación de colapso, Bravo asegura que el país cuenta con “unos fundamentales muy positivos y unos recursos fantásticos”. En destinos urbanos, “las ciudades que tienen mucho que ofrecer en patrimonio histórico y a nivel corporativo, con atracción de inversiones y empresas que quieren tener presencia aquí”, mientras que, en los vacacionales, “somos la puerta de Europa, uno de los principales destinos”. Añade que el hotelero cada vez va profesionalizando más su oferta, con la idea de no ‘morir de éxito’. Afirma que “van entrando más marcas internacionales y, además, se trabaja para cuidar y mantener controlado el crecimiento”, a la vez que recuerda que esta actividad ya alcanza un 12% del Producto Interior Bruto (PIB) nacional, por lo que es “una de las más importantes de la economía española”.

 

Los puntos de la geografía que pueden atraer más inversión, según Bravo, son Madrid, Barcelona y Málaga, los cuales “están ahora en el punto de mira de los inversores (nacionales y extranjeros)”. Además, el directivo apunta destinos “clásicos, que funcionan de maravilla”, como Baleares y Canarias, y también señala otros que se están desarrollando “muy satisfactoriamente” como la costa de Cádiz, a nivel vacacional, y el norte de España, “que cada vez cuenta con más proyectos, por cuestiones de clima”. Actualmente, la oferta hotelera en el mercado español se sitúa en torno a 12.000 establecimientos, según el directivo.  

 

En cuanto a las voces que apuntan a que ciertas zonas sufren masificación turística, el ejecutivo de Catella destaca la necesidad de que se alcancen acuerdos entre el sector público y el privado, y explica que “parte de esas tensiones que se están produciendo (por ejemplo, en ambos archipiélagos) son provocadas por el descontrol que ha habido con los pisos turísticos, que han crecido más rápido que la regulación que se les ha aplicado”. Por ello, Bravo considera que se deberían aprobar mecanismos que ayuden a ‘destensionar’ esas zonas “donde el turismo se ha ido de las manos”. Y agrega que se deben aplicar medidas para desarrollar nuevos destinos de valor añadido en zonas que no sufren tanta presión humana.

 

Asegura que “el turismo es algo positivo para la población y más hoy en día, con tanta gente que vive de esta actividad, aunque se debe realizar de forma controlada” y resalta que “la política que se está llevando a cabo de deshumanizar, en cierto modo, a los turistas e ir en contra de ellos no es nada positiva, y más en un país que se juega tanto en este ámbito”. Por ello, concluye que las entidades públicas tienen que “empezar a coger el toro por los cuernos y aplicar medidas para que se lleve a cabo de forma racional y toda la sociedad pueda obtener beneficios”.

 

 

 

 

Bravo afirma que los apartamentos turísticos suponen problemas “si no están regulados, evidentemente”. Detalla que “son un negocio que ha irrumpido recientemente en el mercado, que no se daba hace unos ocho años (hasta la llegada de determinados operadores al país) y ha crecido de forma descontrolada más allá de esa regulación”. Por el contrario, los diferencia de otros tipos de activos como los apartahoteles y el coliving, “que están perfectamente regulados y proporcionan una solución a una necesidad que existía en el mercado”.

 

También señala como positivas medidas de regularización que han tomado algunos ayuntamientos, como exigir entradas independientes para los pisos turísticos en edificios residenciales o que los edificios que los albergan lo hagan de forma mayoritaria.