Residencial

La presión de vivienda en Barcelona dispara su tasa de asequibilidad hasta el 49,5%

La capital catalana supera la media europea y supone dos puntos porcentuales más en un solo año, señala DWS. Su fuerte atracción turística junto a la llegada de nómadas digitales impulsa un 40% la demanda y tensiona el mercado.

La presión de vivienda en Barcelona dispara su tasa de asequibilidad hasta el 49,5%
La presión de vivienda en Barcelona dispara su tasa de asequibilidad hasta el 49,5%

EjePrime

17 oct 2025 - 13:06

Una popularidad reñida con el mercado de la vivienda. Reconocida por tratarse de una ciudad con una arquitectura modernista, encanto mediterráneo, rica herencia cultural, vibrante vida callejera y un foco de atracción para viajeros de todo el mundo, también Barcelona se ha convertido en una ciudad que cuenta con una fuerte presión sobre el mercado de vivienda.

 

Esta presión ha contribuido a situar su tasa de asequibilidad, entendida como el cociente del precio del alquiler entre los ingresos del inquilino, en el 49%, un nivel que se sitúa muy por encima de la media europea y dos puntos porcentuales más que en el año anterior. Un nivel especialmente preocupante si se tiene en cuenta que los salarios no han crecido al mismo ritmo, según destaca el último informe de DWS, elaborado por la especialista de real estate, Karine Woodford.

 

Un apartamento de dos habitaciones en los barrios más demandados oscila entre 1.800 y 2.500 euros mensuales, mientras que incluso las zonas más asequibles rara vez ofrecen precios por debajo de los 1.200 euros. Para muchas familias, esto implica destinar cerca de la mitad de sus ingresos a la vivienda, muy por encima del umbral de asequibilidad generalmente aceptado del 30%.

 

 

 

 

El lanzamiento del visado para nómadas digitales en España en 2023 impulsó aún más esta tendencia, incrementando en torno a un 40% la demanda por parte de profesionales remotos, según informes recientes. A ello se suma el creciente posicionamiento de Barcelona como hub europeo de startups, respaldado por una regulación favorable a los negocios, lo que da como resultado una ciudad más demandada que nunca.

 

El turismo también ha contribuido a la presión sobre el mercado residencial. Con más de 36 millones de pernoctaciones anuales, el auge de los alquileres turísticos de corta duración ha reducido significativamente la oferta disponible para vivienda de larga estancia.

 

El trabajo de DWS recuerda que para hacer frente a esta situación, el ayuntamiento planea eliminar alrededor de 10.000 pisos turísticos antes de 2028 y ha introducido topes al alquiler con el objetivo de contener el crecimiento de los precios. No obstante, los resultados han sido dispares: si bien algunos alquileres han mostrado cierta moderación, las medidas también han provocado una reducción adicional de la oferta y el crecimiento de un mercado paralelo.

 

Ante esta situación, Barcelona se enfrenta a un desafío cada vez mayor de equilibrar su proyección internacional con la necesidad de mantener una vivienda asequible. El crecimiento continuado de la población, la limitada oferta residencial y la constante evolución de las políticas públicas están ejerciendo una presión creciente sobre la asequibilidad del alquiler. La capacidad de la ciudad para abordar estos retos será determinante para preservar su calidad de vida y su estabilidad económica, señala DWS.