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2018, el año en que Blackstone alcanzó el trono en el ‘real estate’ español

El fondo de inversión estadounidense es el nuevo gigante del inmobiliario español con una cartera que supera los 20.000 millones de euros en el mercado nacional. Durante este año, el grupo ha tomado el control de las socimis Hispania y Testa, y ha crecido en el logístico con la compra de la cartera de Lar y, más recientemente, de 55 naves de Neinver.

Jabier Izquierdo

17 dic 2018 - 04:57

2018, el año en que Blackstone alcanzó el trono en el ‘real estate’ español

 

 

Blackstone lo quiere todo y lo quiere ya. Esta es la sensación que transmite al real estate patrio el fondo de inversión estadounidense, el nuevo rey del mercado inmobiliario español. Su cartera está valorada en más de 20.000 millones de euros tras una acelerada etapa de compras a lo largo de 2018.

 

Uno de los objetivos de la gestora de fondos norteamericana ha sido, precisamente, el de ampliar su telaraña en el inmobiliario español con su entrada en mercados como el logístico. A principios de diciembre, la compañía cerraba su última operación en el país con la compra de una cartera logística de Neinver por 300 millones de euros.

 

Sin embargo, la del gigante Neinver no es, ni mucho menos, la operación más relevante que ha realizado Blackstone durante 2018. En los últimos doce meses, el grupo ha tomado el control de Hispania, para crecer en hoteles; se ha adueñado del 80% de Testa, para gestionar miles de viviendas en alquiler, y en el sector logístico, ya acumula un millón de metros cuadrados con los 55 activos de Neinver y la compra de la cartera industrial de Lar España.

 

 

 

 

La lluvia de millones que ha arrojado este año Blackstone en el inmobiliario español se acerca a 4.000 millones de euros, una cifra muy superior a los 127,5 millones de euros que desembolsó en 2013 para su primera inversión en el mercado nacional. Aquel estreno, además, no estuvo exento de polémica, ya que el grupo compró 18 promociones de pisos, 1.860 viviendas protegidas, que el Ayuntamiento de Madrid traspasó al fondo a través de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Madrid (Emvsa).

 

Cinco años después, Blackstone es uno de los mayores propietarios de activos residenciales en España y líder del sector hotelero. La primera posición del mercado hotelero la atrapó este 2018 con la opa que lanzó a la socimi Hispania. La compañía pagó 1.990 millones de euros por el vehículo, gestionado por Azora. Con la operación, el fondo sumó 46 activos y casi 13.150 habitaciones en España a una cartera que comenzó a engordar en 2017 con la compra de Hi Partners, la hotelera de Banco Sabadell, por 630 millones de euros. En total, la gestora posee 63 activos y casi 18.000 habitaciones de hotel en España.

 

Hispania le proporcionó a Blackstone activos residenciales valorados en 230 millones de euros, así como 25 edificios de oficinas cuyo valor de mercado supera los 600 millones de euros. Además, en este segmento, la compañía sumó también en 2018 el icónico edificio Planeta de Barcelona, adquirido a la familia Lara el pasado julio por 210 millones de euros.

 

 

 

España, el 20% de su cartera mundial

España copa hoy el 20% de la inversión global de Blackstone, que es propietario de cerca de 120.000 millones de dólares (105.387 millones de euros) en ladrillo en todo el mundo. Este gigante del real estate, que se ha convertido en la mayor inmobiliaria no cotizada de España, ya trabaja en otro súperciclo de fondos.

 

A comienzos de diciembre, la gestora que preside y dirige Stephen Schwarzman anunció la creación de un nuevo vehículo de inversión, pero no será uno más. Blackstone Real Estate Partners IX (Brep IX) prevé convertirse en el mayor fondo inmobiliario de la historia con 20.000 millones de dólares (17.564 millones de euros) para invertir en real estate. El objetivo de la firma es destinar el 60% del capital del fondo a Estados Unidos, pero también invertirá en Europa y Asia.

 

La superioridad de la cartera de Blackstone en España respecto a las grandes inmobiliarias nacionales es manifiesta. Las dos mayores, Merlin y Colonial, están dentro del top 15 de socimis europeas y, sin embargo, sus carteras tienen la mitad de valor que la del fondo, con 11.785 millones de euros y 11.190 millones de euros, respectivamente.

 

 

 

El ‘mejor amigo’ del Santander
Además de con otros players inmobiliarios, Blackstone ha hecho migas con las entidades financieras españolas. Los bancos, grandes perdedores del anterior ciclo inmobiliario, han trabajado arduamente los últimos dos años para colocar su ladrillo al mejor postor, aprovechando el nuevo tirón del mercado residencial.

 

Así, Banco Santander acordó con Blackstone en 2017 la que es la mayor operación de venta de activos tóxicos procedente del sector inmobiliario en el país. La gestora de fondos compró el 51% del ladrillo del Popular, una cartera con 30.000 millones de euros en activos.

 

 

 

 

 

 

 

La relación con el banco de la familia Botín se ha consolidado en 2018 con Project Quasar, la inmobiliaria creada por la financiera y el fondo. La compañía conjunta recibió el pasado mayo una inyección de capital de 300 millones de euros. A través de este vehículo se está realizando el trasvase de los activos del Popular.

 

Para la puesta en circulación del ladrillo, Blackstone adquirió con la operación de 2017 el servicer del banco, Aliseda, liderado por Eduard Mendiluce, hombre fuerte del grupo. El ejecutivo dirige también la otra gestora del fondo, Anticipa Real Estate, así como la socimi Albirana.

 

Albirana Properties es una de las cuatro socimis residenciales que tiene Blackstone cotizando actualmente en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB). La terna restante está compuesta por Fidere Patrimonio, Corona Patrimonial y Torbel Investments.