Evergrande se declara en bancarrota en Estados Unidos

El sector inmobiliario chino sigue sumergido en una profunda crisis. El gigante inmobiliario del país asiático Evergrande Group ha solicitado la protección por bancarrota en Estados Unidos, según los documentos judiciales a los que ha tenido acceso la agencia de noticias Bloomberg. La inmobiliaria se ha acogido a la aplicación del capítulo 15 del código de bancarrota de Nueva York, mediante el cual se protegen los bienes de la compañía en el país americano al mismo tiempo que se administran los acuerdos de reestructuración en otras jurisdicciones. 

La empresa china busca solucionar su alarmante situación financiera y evitar así el embargo de sus acciones. La petición de Evergrande está relacionada con los trámites de reestructuración de su deuda, que el grupo está tratando de desarrollar en Hong Kong y las Islas Caimán. Tras el visto bueno de las cortes durante este julio para celebrar las votaciones sobre los planes de reestructuración de la sociedad, todo hace indiciar que las reuniones para concretar la operación se oficiarán a finales de este mes.

Según Bloomberg, la deuda de Evergrande fuera de China alcanza 19.000 millones de euros. Xu Jiayin, presidente de la compañía, aseguró a principios de año que se comprometía a pagar a los acreedores y a entregar todos los proyectos previstos para este curso. En el comunicado que publicó y envió a sus trabadores, Jiayin argumentó que “podemos completar nuestra misión de entregar los proyectos, pagar varias deudas, eliminar los riesgos y comenzar un nuevo capítulo de supervivencia, siempre que trabajemos todos juntos y no desistamos en reanudar nuestras operaciones”.

Country Garden, la mayor promotora del país, ha registrado pérdida de casi siete millones de euros durante el primer semestre del año

La promotora registró pérdidas de 581.211 millones de yuanes (72.462 millones de euros) durante los ejercicios de 2021 y 2022. En octubre de 2021, Evergrande suspendió por primera vez su cotización en la bolsa de Hong Kong, tras anunciar que estaba revisando su estructura de capital y su posición de liquidez. En marzo del año pasado, las autoridades chinas decidieron suspender por tercera vez la cotización en la bolsa de Hong Kong del gigante inmobiliario, y aunque el precio por título mantuvo una tendencia al alza en 2022, no alcanzó para compensar el desplome del 90% registrado durante el año anterior.

El sistema inmobiliario chino lleva dos años en la cuerda floja. Las primeras señales llegaron a finales de 2018, cuando el Banco Popular de China incluyó a Evergrande y su conglomerado de empresas en una lista de grupos a vigilar por sus elevadas cifras de endeudamiento. En esta dirección, las políticas chinas en materia inmobiliaria han estado vinculadas a la regulación del mercado mediante una expansión sin precedentes en el parque de viviendas urbano.