Del ‘brainstorming’ al Excel: la ciudad se cuadra en 2021
Tras el impacto del Covid-19, las ciudades han podido emprender reformas superando la improvisación y reclamando su espacio a escala internacional.
24 dic 2021 - 04:58
Especial 2021: el año de las fusiones
Los ayuntamientos de toda España se pusieron manos a la obra en 2020 para cambiar el tablero urbano para darle la vuelta a la ciudad. De repente, el Covid-19 había aparecido para poner luz sobre los problemas de las grandes urbes y todas las acciones eran bienvenidas. El urbanismo táctico se apoderó de las ciudades esparciendo bloques de homigón, bolardos de plástico y pintura amarilla, las calles se cortaban los domingos y las terrazas tomaron la carretera. Era el año del Covid-19, valía todo: después de pasar una pandemia mundial a nadie podía sorprenderle caminar por en medio del Paseo de la Castellana o de Via Laietana. Pero en 2021, la historia fue otra. Tras meses jugando al prueba y error con las ciudades, los planes puestos sobre la mesa un año atrás a través de reuniones de Zoom tuvieron que saltar al asfalto.
Barcelona, que durante 2021 consiguió erigirse como capital mundial de la arquitectura para 2026, realizó diversos proyectos para que las calles sirvieran de apoyo a la recuperación económica de la ciudad tras el primer golpe del Covid-19. Parte de ellos se volcaron en la costa, la Zona Franca y el Besòs, espacios que el consistorio barcelonés busca regenerar. La ciudad está salpicada de nuevos proyectos para lavarse la cara y ser más atractiva para el talento y la inversión: desde incubadoras de industrias creativas en Palo Alto y elFoodlab en La Escocesa del 22@ a la renovación del edificio de Correos y la Ciutadella del Coneixement. También se suman a la lista el nuevo recinto de Gran Via de Fira de Barcelona, el parque de pyme de industria 4.0 y la transaformación de Mercabarna de la Zona Franca, la promoción de un centro sportech en la Anella Olímpica de Montjuïc y la transformación de la antigua fábrica Mercedes-Benz en distrito de Sant Andreu en nuevas industrias y viviendas.
Uno de estos proyectos es la Barcelona Innovation Coast (BIC), que prevé generar 40.000 puestos de trabajo y 235 millones de euros de impacto económico en diez años. Evocando al proyecto del 22@, la BIC se instalará en 25.000 hectáreas situadas entre la Gran Via y la costa y desde Montjuïc y el Besòs y busca atraer a universidades, centros de investigación, empresas emergentes, corporaciones, inversores, asociaciones y administraciones. Otra de las reformas que ha logrado desencallar el consistorio barcelonés es la conexión del tranvía y la reforma de Las Ramblas. Barcelona invertirá 44 millones de euros en reformar una de sus calles más concurridas y está previsto que las obras se inicien en 2022.
Para Madrid, 2021 fue el año en que estrenó una nueva estrategia de movilidad. En septiembre, el consistorio sacó adelante la nueva Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Especial Protección de Distrito Centro, que se enmarca en una nueva ordenanza de movilidad, pero que apenas modifica los términos de Madrid Central, la reforma impuesta por la anterior alcaldesa, Manuela Carmena. El Gobierno popular ha aumentado la cantidad de vehículos de comerciantes que podrán entrar en la zona de movilidad limitada del centro de la ciudad. Esta no se amplió, pero se añadió un nuevo espacio que también deberá limitar su tráfico, la Plaza Elíptica.
Barcelona ha anunciado reformas como la unión del tranvía o la renovación de Las Ramblas
Un logro que puede anotarse este año el urbanismo madrileño es el reconocimiento, por primera vez, de uno de sus espacios como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La organización reconoció en septiembre el conjunto urbano donde se articulan el parque del Buen Retiro y el Paseo del Prado en la lista de patrimonio. Madrid era la única capital europea que todavía no había sido incluida en la lista de la organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura. Tras este reconocimiento, España es uno de los países con más registros sólo por detrás de Italia y China.
Los alcaldes cogen el ‘micro’
El urbanimo a escala global tuvo su propio día de uno de los mayores citas del año: la COP26. El 11 de noviembre, en Glasgow, las ciudades se hicieron con el protagonismo mundial. Entre las demandas de los consistorios se encuentra la de contar con más autonomía y capacidad ejecutiva para emprender reformas para frenar el cambio climático. Según diversas agrupaciones de líderes locales, las ciudades, responsables del 70% de la contaminación mundial, deben avanzar hacia la neutralidad climáticia.
Para hacer frente a la crisis climática, las alcaldías apuestan por ir a la mínima expresión urbana: los barrios. El proyecto de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, la ciudad de los 15 minutos, siguió dando qué hablar en 2021 y se puso como ejemplo para transformar los barrios de manera sostenible y lograr una mayor equidad social entre los cuidadanos. Para ello, las reformas urbanas propuestas se basan en dos grandes pilares: políticas e infraestructuras. La ciudad no puede alcanzar la neutralidad en carbono si sus edificios no lo son, por lo que el inmobiliario debe jugar un papel indispensable en la mejora urbana. Aunque las reformas no sólo pasan por rehabilitar edificios y construir espacios verdes. Las alcaldías aseguran que sin una política que involucre a los ciudadanos no se logrará un cambio real en las ciudades.
Un informe realizado por la organización C40, una red que agrupa alcaldes de unas cien ciudades, en el marco de la COP26 apunta que la puesta en marcha de barrios sostenibles no puede olvidar la calidad de vida de sus ciudadanos si se busca que estos prosperen. Aunque las políticas a implementar estén claras, el gran interrogante continúa siendo su financiación. Para emprender las reformas, las ciudades reclaman también al capital privado.
París, la ciudad de los quince minutos
Tras el Covid, la capital francesa llevó a la máxima popularidad su última invención: la ciudad de los quince minutos. El proyecto del urbanista Carlos Moreno que ayudó a Anne Hidalgo a revalidar su alcaldía se basa en que cada ciudadano tenga todos los servicios indispensables a quince minutos de casa. Estos quince minutos pueden ser a pie, en bici, en metro o en autobús. Para el urbanista, el modus viviendi de la población es incompatible con la sostenibilidad, así que pone sobre la mesa colocar al peatón en el centro. Además, apuesta por cambier la urbe monofuncial, con centros de áreas especializados como los centros de oficinas o grandes complejos de ocio, a un mapa policéntrico y generar varios núcleos repartidos por todo el trazado urbano de la ciudad. Otro de los puntos fuertes de la reforma es la instalación de más puntos verdes que eviten que se realicen los llamados “viajes huída”, protagonizados por los ciudadanos que se van de la ciudad en busca de espacios naturales.
Melbourne, la ciudad burbuja
Antes del Covid-19, Melbourne ya creó un plano para que sus ciudadanos tuvieran todas sus necesidades cubiertas a poco tiempo de casa, pero fue cinco minutos menos ambicioso que París. El Plan Melbourne, lanzado por el consistorio de la ciudad en 2017, señala el objetivo de crear áreas locales accesibles, seguras y atractivas en las que la gente pueda cubrir la mayoría de sus necesidades cotidianas con un paseo de veinte minutos para hacer Melbourne más saludable e inclusiva. Con esta hoja de ruta, la estrategia de la ciudad pasa por potenciar los barrios en detrimento del centro. La teoría, como la de París, señala que moverse menos supone vivir mejor, aunque como la de Carlos Moreno corre el riesgo de formar guetos. La ciudad australiana ya ha testeado este plan en diversos barrios y resalta la necesidad de contar con la implicación ciudadana para que salgan adelante. Otro de los puntos de la teoría es aumentar la cantidad de edificios de usos mixtos par crear barrios híbridos.
Portland, el laboratorio urbano de Estados Unidos
El París estadounidense. Portland, capital del estado de Oregón, se ha convertido en el ejemplo de desarrollo urbano sostenible en el país norteamericano. La ciudad, ubicada en el noroeste de Estados Unidos y con un área de influencia de dos millones de habitantes, publicó su primer plan de crecimiento sostenible de 2012, donde ya buscaba crear ciudades de veinte minutos. Ahora, la ciudad ha dado un paso más y ha puesto en marcha su plan objetivo 2035, que recoge la creación de barrios completos que enlazan los principales núcleos de la ciudad, generando un centro multifocal. Portland, dividido en diez distritos, potencia la creación de un punto en cada uno de ellos que reúna espacios públicos, vitalidad, una red de transporte público eficaz y entidades culturales. El objetivo de la ciudad con este nuevo plan, bajo el nombre de Central City 2035 (CC2035), es que sirva para conseguir prosperidad económica, salud, sostenibilidad ambiental, equidad y resiliencia.
Buenos Aires, a escala humana
La ciudad “debe estar diseñada para las personas” fue el statement rompedor que lanzó la ciudad de Buenos Aires en 2017, cuando presentó su plan de Ciudad a Escala Humana. El objetivo de la reforma era facilitar las necesidades de movilidad de la población y accesibilidad, además de fomentar el uso del espacio público. Actualmente, el consistorio está sacando adelante el proceso de renovación de una de las normativas más importantes para el desarrollo de la ciudad en términos de planificación urbana y territorial. En la nueva reforma se establecen los criterios que dan marco a los códigos urbanísticos, de edificación, ambiental, de habilitaciones y verificaciones. La medida prevé preservar el patrimonio cultural, arquitectónico y ambiental de la ciudad. Además, también se está modificado el código urbanístico actual para facilitar y optimizar la aplicación de la normativa tras la pandemia. Esto pasa por simplificar algunos conceptos, ampliar definiciones e incorporar más datos.
Shanghái, de cero a cien
Shanghái, la ciudad más poblada de China, aspira a extender sus fronteras. A inicios de 2021, el alcalde de la urbe, Gong Zheng, anunció que la ciudad prevé levantar cinco nuevas ciudades en sus límites, exactamente en los distritos del extrarradio de Jiading, Songjiang, Qingpu, Fengxian y Nanhui. Gong calificó estos nuevos territorios con el críptico sintagma de “ciudades nodo integradas”. La ciudad cuenta a sus espaldas con historias de grandes transformaciones urbanas que le han empujado a ser uno de los mayores motores económicos del gigante asiático. Desde 1990, la ciudad se ha ido ampliando y transformando de forma drástica, con el derrumbre de barrios enteros y la recolocación de sus habitantes en otras zonas para dejar espacio a los grandes rascacielos que hoy conforman su horizonte ahora ocupados por oficinas de Deloitte, Google o EY. Shanghái sirvió de prueba piloto para otras ciudades chinas como Wuhan, Chongqing, Foshan o Dalian.
Johannesburgo, el ‘latido’ de África
Durante su reforma en 1996, la ciudad de Johannesburgo quiso ser “vibrante, segura, accesible, dinámica y bien gestionada” o, en sus propias palabras, el latido de África. Desde entonces, uno de los mayores planes que ha desarrollado la ciudad es el de 2013 transformación de objetivos a corto y largo plazo. Ahora, la ciudad está centrada en el plan Johannesburg 2040. El documento identifica los principales retos de la ciudad, lanza una mirada espacial y forma una estrategia para alcanzar la visión. La estrategia se ha llevado a cabo con UN Habitat y pone el foco en aumentar los espacios verdes, paliar las desigualdades en materia de vivienda y la exclusión y desconexión de barrios y limitar las ineficiencias de la ciudad a través de la densidad residencial y uso diverso de los edificios. Las políticas se dirigen a alcanzar la equidad, la justicia, la resiliencia, la sostenibilidad y la eficiencia urbana.