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Emmanuel Virgoulay (Barnes): “El lujo va a cambiar de un mercado internacional a uno local”

El responsable de Barnes en España dice que la demanda de viviendas de lujo se ha mantenido pese a la crisis del coronavirus, ya que este mercado “cuenta con la ventaja de ser un valor refugio”.

M. V. O.

14 may 2020 - 04:57

Emmanuel Virgoulay (Barnes): “El lujo va a cambiar de un mercado internacional a uno local”

El máximo responsable de Barnes en España, Emmanuel Virgoulay, asegura que el coronavirus provocará que el lujo pase de ser “un mercado internacional a un mercado local”, aunque puntualiza que la demanda de este tipo de viviendas se ha mantenido durante el confinamiento, ya que se las considera “un valor refugio”. Además, explica que el mayor impacto de esta crisis en el sector ha sido la imposibilidad de viajar, ya que, “sin movilidad, no hay mercado”.

 

 

Pregunta: ¿Cómo afectará esta crisis a la vivienda de lujo?

Respuesta: La demanda de visitas sigue igual que antes del confinamiento. La gente sigue teniendo interés por los bienes de lujo, especialmente aquellas viviendas que tienen jardines, piscina o grandes terrazas. La demanda de este tipo de espacios se ha mantenido, especialmente si es para vivir en ellos. Lo que sí que ha caído es la demanda de activos para realizar inversiones, sobre todo la internacional. Esta demanda ha desaparecido. El mercado de lujo se comportará igual que el desconfinamiento y vamos a ir por fases. Falta ver cómo se posiciona cada uno y si en la primera fase hay rebajas o si las ofertas son a la baja. Si miramos lo que ha pasado en otras crisis, sabemos que el mercado de lujo aguanta mejor que el resto. El lujo cuenta con la ventaja de ser un valor refugio y suponemos que durante esta crisis se va a comportar igual. El gran problema de esta crisis es el impacto que ha tenido en la movilidad. Sin movilidad, no hay mercado.

 

P.: ¿Hasta qué punto es importante la imposibilidad de viajar?

R.: El gran cambio será el tipo de compra que se va a hacer. A partir de ahora, las adquisiciones se harán porque se van a usar los activos. La gente va a dejar de cambiar su pantalla de televisión de cuarenta pulgadas por otra de ochenta pulgadas, por ejemplo. También puede ser que mucha gente que tenía varias viviendas en diferentes países prefiera tener sólo su vivienda principal y una segunda residencia para ir de vacaciones. De todos modos, todavía hay atracción por bienes que tienen que ver con el bienestar. 

 

P.: ¿Qué impacto tiene que Barcelona y Madrid entren más tarde a la fase 1?

R.: Hasta que no haya movilidad internacional, no sabremos cómo se van a posicionar estos mercados. Por el momento, la demanda sólo puede ser local. A corto plazo, vamos a cambiar de un mercado internacional a un mercado local. 

 

 

 

 

P.: ¿Qué mercado se verá más afectado, Barcelona o Madrid?

R.: Madrid puede sufrir mucho más, porque depende mucho de la inversión sudamericana, que ha desaparecido y son los últimos que volverán. En cambio, la inversión en Barcelona proviene de Europa del norte, por lo que, por proximidad geográfica, la capital catalana puede aguantar mucho más que Madrid. Barcelona continúa siendo un hub digital y no hemos notado un gran cambio en esto, el único problema es que no saben cuándo podrán volver.

 

P.: ¿Puede haber una contracción en los precios?

R.: Sí, seguro, siempre la hay en tiempos de crisis. En este periodo en el que vamos a entrar, habrá que dar un empujón al mercado y la única manera de darlo es mediante una rebaja de precios. Si antes teníamos cien interesados por cada vivienda, ahora habrá cincuenta ofertas o veinte ofertas. Esta crisis va a afectar a la demanda y a partir de aquí deberemos volver a encontrar el equilibrio entre oferta y demanda.

 

 

 

 

P.: ¿La inversión continúa activa? 


R.: El interés sigue activo. Lo que falta por ver es cuántas ofertas habrá y a qué nivel se van a cerrar las operaciones. La gente que antes del confinamiento buscaba una casa con terraza y piscina, sigue en el mercado y están esperando poder visitar las casas. 

 

P.: ¿Estos activos se pueden convertir en valores refugio?

R.: Siempre lo ha sido. En 2008 ya fue un valor refugio porque es mejor tener un inquilino que te paga una renta que un valor en bolsa que puede perder un 80%. De todos modos, sólo me refiero a la gente que tiene dinero y quiere invertir, otra cosa son los fondos de inversión. 

 

P.: ¿Esta crisis cambiará la percepción del lujo en el real estate?

R.: Sí. La gente va a cambiar su manera de pensar y cualquier pequeño defecto que haya en la vivienda va a provocar una reducción de los precios. Se habla mucho de los pisos modulables, en los que el salón puede ser una sala de reuniones, etcétera. Este tipo de activos va a ganar atractivo.