Intrum prepara un ERE que afectará a 600 trabajadores

Intrum protagoniza el mayor expediente de regulación de empleo (ERE) del sector. El servicer prevé despedir un tercio de su plantilla tras la compra de Haya Real Estate, lo que supone prescindir de 600 trabajadores, el mayor recorte de la historia de los serviciers, según El Confidencial.

Al comprar Haya Real Estate, Intrum añadió 700 personas, alcanzando unos 2.200 profesionales en plantilla, por lo que con el ERE volverá, prácticamente, a la cifra de empleados con la que contaba antes de la compra. Sin embargo, el ajuste afectará tanto a los antiguos empleados de Haya Real Estate, como los que ya trabajaban en Intrum.

Se prevé que el ERE se inicie los próximos meses y se ejecute de cara a verano. Para planificar el proceso, la compañía fichó a la consultora estadounidense Oliver Wyman por unos honorarios de 4,1 millones, una cifra criticada por los trabajadores.

Intrum gestiona activos de bancos como Santander, Bbva, CaixaBank o Banco Sabadell, con contratos provenientes de Haya Real Estate. Sin embargo, el principal cliente de la compañía es el fondo estadounidense Cerberus.

Intrum cuenta con el fondo estadounidense Cerberus como su mayor cliente

A finales de enero, la compañía armó un nuevo comité de dirección de la organización combinada en España para gestionar la integración de Haya Real Estate en su organización. El objetivo de Intrum pasa por unificar y simplificar la estructura para dar una respuesta más “ejecutiva y ágil”.

Intrum suma en España un volumen total de activos bajo gestión de un valor superior a los 60.000 millones de euros, entre los que se encuentran más de 200.000 activos inmobiliarios. La empresa cuenta con presencia en veinte países y 80.000 clientes en toda Europa.

El objetivo del grupo es aumentar la facturación para pagar la deuda y rehacerse en bolsa después de una mala racha económica en los últimos tres años. Tras cerrar la compra por un valor total de 136 millones de euros, la integración de Haya aportará a Intrum la gestión de una cartera de activos inmobiliarios por valor superior a los 10.000 millones de euros.