Boris Johnson: entre el negacionismo y el Brexit POR IRIA P. GESTAL Boris Johnson tiene sus propios motivos para querer olvidar este año de caos, crisis y pande- mia. El primer ministro británico comenzó 2020 con una desbandada de apoyos por su gestión del Brexit en enero, estuvo al borde de la muerte en marzo por Co- vid-19 tras negarse a cerrar el país y para diciembre la prensa británica ya habla- ba de posibles sucesores de un primerEl político británico se enfrenta ministro que apenas lleva un año y me- dio en el cargo. a una dramática crisis de Aunque sin llegar al perfil negacionista de presidentes como Jair Bolsonaro opopularidad tras poco más de Donald Trump, Johnson fue el dirigente europeo que más apostó en los iniciosun año en el cargo. Durante por quitar importancia al virus, cuando países de su entorno comenzaban yaeste último año, renegó del a cerrar fronteras y a suprimir toda la actividad no esencial. Su primera op-coronavirus, fue infectado él ción fue simplemente dejar que el vrusi se extendiera, aspirando a una inmuni-mismo y terminó cerrando (dos dad de rebaño que ha demostrado ser una estrategia peligrosa e ineficaz. Elveces) la actividad económica. 23 de marzo, Johnson finalmente clau- dicó y decretó tres semanas de confi-En la recta final, se enfrentó a un namiento, pero era tarde. “Reino Unido camina dormido hacia el desastre”, de-último desafío: el fin del periodo cíaThe Sunday Times en abril. Cuatro días después de decretar la medida, eltransitorio del Brexit. propio premier contrajo el virus . Llegando al tiempo límite, tras supe- rar uno tras otro los diferentes deadli- nes de la negociación, Reino Unido y la Unión Europea lograron en Nochebue- na un acuerdo comercial y de seguri- dad. Johnson logró así evitar un Brexit duro con consecuencias aún más ne- gativas para la economía británica. Aho- ra tiene que venderlo como una victoria entre los brexiters.