El inmobiliario español cerrará 2025 con una inversión récord de más de 15.000 millones
La consultora Laborde Marcet destaca la concentración de capital en el living que seguirá liderando el volumen inversor, pero considera que tanto el sector hotelero, como el logístico o el de oficinas mantienen su potencial.
16 sep 2025 - 11:41
Buen cierre de año. El mercado inmobiliario en España goza de buena salud y se encuentra en una importante fase de crecimiento. Las previsiones apuntan un cierre de 2025 con una inversión transaccionada que superará la barrera de los 15.000 millones de euros, con lo que se convertirá en el mejor registro de la última década excluido el periodo de pandemia.
Según el último informe de Laborde Marcet, consultora especializada en gestión patrimonial, esta evolución es una consecuencia de un entorno de tipos de interés moderados, una elevada liquidez y una notable sofisticación de los inversores. Carlos Bajo, director de la firma, señala que los datos muestran una clara concentración de capital en el segmento de living, que ya se ha consolidado como un activo central, al tiempo que se observa una redistribución más estratégica de las carteras.
El segmento vivienda continúa liderando el volumen de inversión, pero el comercio minorista ha emergido como el sector más dinámico. “Estamos registrando un incremento sostenido de operaciones en localizaciones prime y en formatos adaptados a la nueva demanda de consumo”, explica Bajo, quien subraya el notable crecimiento del tamaño medio de las transacciones en este sector.
La inversión en oficinas vuelve a formar parte de la estrategia de diversificación
El sector hotelero y el logístico mantienen un gran apetito inversor, con un desequilibrio estructural entre la demanda y la oferta que tensiona el mercado. La escasez de producto de alta calidad en estas áreas hace que las operaciones que se cierran sean particularmente representativas en volumen de operación.
Según la consultora, el mercado de oficinas ha iniciado un proceso de recuperación, reincorporándose a las carteras de los inversores como un activo clave para la diversificación. “La inversión en oficinas vuelve a formar parte de la estrategia de diversificación”, explica Bajo, destacando el rol de la consultora en ayudar al inversor a ajustar y optimizar su asignación de activos de forma continua.
El perfil del inversor está evolucionando hacia un enfoque más estratégico. “El mercado premia la capacidad de anticipación y la ejecución eficiente. Detectamos un inversor orientado a la optimización de rentabilidades ajustadas al riesgo y a la creación de valor a largo plazo mediante una redistribución de su cartera”, concluyen desde Laborde Marcet.