Han llegado para quedarse...
21 nov 2018
Poco a poco vamos viendo cómo las propiedades inmobiliarias de las grandes ciudades van teniendo nombre de fondos, socimis, o socimis participadas por fondos. Podemos decir que toda propiedad vertical de cierto tamaño, ya sea edificio de viviendas o de oficinas, tarde o temprano, pasará a ser propiedad de uno de los grandes.
Estos fondos invierten bien, van en buena dirección, siguen captando capital, van a seguir invirtiendo, van a seguir comprando edificios hasta que no quede ninguno (de cierto tamaño o valor) en manos privadas, exceptuando evidentemente a las comunidades de propietarios. Ser inquilino en un edificio de propiedad vertical significará tener de casero a alguna de estas empresas, cosa que, aunque pueda sonar negativa, puede interpretarse también como una garantía de profesionalidad en cuanto a la gestión de dicho alquiler en todos los sentidos.
Sin ninguna intención de actuar como abogado del diablo, creo necesario destacar que estos fondos consolidan el mercado de alquiler dado que una vez adquieren un edificio, el escenario de que el mismo acabe en propiedad horizontal, y por tanto, saliendo del mercado absoluto de alquiler, es bastante remoto a medio plazo. Eso significa que todo el terreno que pisan queda destinado a ampliar el parque de inmuebles en alquiler, hecho que va en favor de evitar que se reduzca la oferta. También se hace difícil pensar que la acumulación de superficie les pueda dar un exceso de poder sobre el mercado, por la poca influencia que suponen los edificios en propiedad vertical sobre el parque total.
En definitiva, se trata de aplicar el criterio de “globalización” al Real Estate en toda su envergadura. Los bienes reales no desaparecen, pueden subir y bajar de precio, pero nunca serán humo. Los fondos inmobiliarios y las socimis van a más como productos financieros, y cuanta más inversión capten, más crecerán.
Llegado a este punto, siempre tendremos la opción de comprar participaciones, y así unirnos a ellos, en lugar de pretender luchar en contra.
Lluís Vallès
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