Carrera profesional: Viable, vivible y sostenible
26 feb 2020
Nuestra carrera profesional. Un trayecto largo, una montaña rusa y un camino de piedras que no todo el mundo sabe gestionar adecuadamente para poder disfrutarlo en la medida de lo posible.
¿Y cómo algo que parece tan complicado y negativo puede hacerse más fácil e, incluso, agradable?
¿Y cómo lo que puede ser como una losa los lunes puede convertirse en algo diferente, retador, motivador y que aporte a tu vida en positivo?
No se trata sólo de los otros, sino sobre todo y principalmente de nosotros mismos y de las expectativas que teníamos cuando empezábamos nuestra carrera laboral, tanto en la manera de ganar dinero, como en la de compartir tu tiempo y la de colaborar en el día a día con el entorno. A partir de ahí y con un mínimo de experiencia profesional, lo importante en relación con el trabajo y a nuestra carrera es saber gestionarlo adecuadamente para hacerlo viable, vivible y, sobre todo, sostenible en el tiempo.
Todo trabajador, sea directivo, mando intermedio o becario, se hace varias preguntas. Y esa es sin duda, si realmente lo que uno hace es lo que le hace feliz, y si es realmente lo que uno realiza, le llena profesional y personalmente.
También nos iremos encontrando, a media que crecemos profesionalmente, la ecuación existencial y muchas veces muy mal aplicada sobre si lo que uno ofrece a los demás es lo que recibe proporcionalmente, o si merece más de lo que tiene.
¡Y aunque creemos que esto solo aplica a empleados y personas que trabajan por cuenta ajena, no es verdad! ¡Aplica a todos! Empleados de todo rango, empleadores, empresarios, inversores, accionistas, consejeros y autónomos. Todo ser humano en su faceta laboral y existencial, maneja este tipo de cuestiones en base a unas expectativas de formación de vida y laboral muy personales. Y estas cuestiones, si no sabemos darle respuesta adecuada, nos confunden y nos hacen creer que nuestro día a día es peor de lo que realmente debería ser.
La realidad es que para terminar de definir qué quieres, quién eres y dónde quieres estar, debemos manejar adecuadamente una serie de parámetros, guías o, como a mí me gusta llamarlas, herramientas de conducta.
Como base a todo lo que propongo, lo primero sería saber discernir entre lo personal y lo profesional. Si no sabemos manejar bien los impulsos, en lo laboral acaba aflorando lo personal. Uno acaba reaccionando en lo laboral como en su vida privada y es dominado por lo primitivo en lo profesional cuando la guardia está baja y los impulsos en alza. Por eso, y para intentar hacer más llevadero este largo camino, hay que entender muy bien, en contra de como lo hace la media del mercado laboral, que en el trabajo no hay nada personal en las tomas de decisiones, en las negociaciones o en las conversaciones internas de tu compañía o con clientes. Que los éxitos y los fracasos son profesionales y nunca personales, y que por supuesto, si asumimos esto así, se dejan de lado meritocracias, envidias y luchas de poder.
Una vez hemos asimilado esto, podemos aplicar más herramientas en nuestro día a día.
Lo primero es conocerte bien para poder continuar con el resto. Sufrir una catarsis personal es básico para conocerte lo suficientemente bien y saber cuáles son tus puntos fuertes y débiles, dónde puedes mejorar o qué debes cuidar para mantener un estado anímico y físico adecuado. Ser honesto contigo mismo y no engañarte. Mirar hacia dentro y trabajarlo. Hay profesionales que viven amargados de por vida porque nunca se han detenido a hacer esto de forma honesta y práctica y piensan que son lo que no son realmente. Este es un gran problema, porque hay personas que desde que salen de la universidad viven pensando de forma largoplacista y en posiciones alejadas a su realidad como profesionales, y el mercado los vapulea bruscamente porque no son capaces de saber quiénes son en realidad, ni conocer realmente donde están sus límites. Y esto desemboca en frustración.
La segunda maravillosa herramienta es la aceptación. Aceptar el resultado del punto anterior y aceptar ser quién eres y no quien te gustaría ser. Pero no sólo tiene que ver contigo sino con los demás también para vivir en paz. Mientras no haya nada ofensivo o denunciable debes aceptar como son los mercados, los competidores, tu empresa, tus jefes y tus compañeros de trabajo. La experiencia nos revela y nos pone de manifiesto que no hay nada perfecto en todo esto y que mientras uno no sea capaz de aceptarlo, siempre querrá lo que no tiene. Y así sucesivamente hasta el fin de sus días. No hablo de acomodarse y transigir sumisamente sino aceptar las situaciones que uno no puede cambiar y ser capaces de convivir con ellas a medida que creces como persona y profesional.
Pero a esto hay que sumarle un buen manejo de las expectativas.
Expectativa. Una palabra constante en mi vida y en los equipos con los que trabajo, la gente que gestiono o los clientes a los que asesoro. El manejo de las expectativas a todos los niveles es esencial para no entrar en el desánimo, el desasosiego y sobre todo en el auto engaño. La realidad es una gran herramienta olvidada por muchos. El deseo, los impulsos o la avaricia muchas veces nubla la realidad y nos confunde.
Otra fantástica práctica es pasar página y saber olvidar errores, fallos y malas experiencias. Aprender de una mala actuación, una mala relación o una errónea ejecución es muy positivo, pero nunca revivir y hacer perdurar los hechos pasados. Se debe saber pasar página para no desgastarnos y bloquearnos anímicamente. Hay profesionales que viven inmersos en el “y si...” “y si yo hubiese dicho”, “y si yo hubiese hecho”, “y si tú”…
Y yo digo: y si realmente el “y si”, no sirve de nada?.
Aprende, analiza y aplica sobre los hechos acontecidos, eso sí, luego puedes pasar página.
Al final, y como conclusión, lo más importante es ser uno mismo basándonos en todo lo dicho antes. Si aplicas todo lo anterior serás capaz y tendrás la libertad y autonomía de crear tu propio sello, crear tu propia identidad y sobre todo generarás seguridad en ti mismo y la transmitirás de manera natural hacia fuera, lo que se verá reflejado en tu relación con jefes, compañeros y con tus maravillosos y no tan maravillosos clientes. Una vez logrado esto, tu camino y tu futuro lo tendrás mucho más claro y como decía en el principio de este escrito tu vida laboral será viable, vivible y sostenible en el tiempo.
Si no estás en ese way of..., cambia antes de que te veas obligado a hacerlo. No lo dejes pasar, la clave de tu propio éxito personal está en afrontar ciertas claves de ti mismo y de tu entorno.
O como dijo Albert Schweitzer “el éxito no es la clave de la felicidad. La felicidad es la clave del éxito. Si amas lo que haces, tendrás éxito”.
Ignacio Acha
Ignacio Acha es COO y Board member de RetailCo, empresa del grupo Santander desde Agosto de 2021, donde lidera las operaciones del vehículo inmobiliario y coordina el área de Leasing. Retailco es una gestora de inmuebles participada al 100% por el Banco Santander con el fin de poner en valor los activos inmobiliarios del Grupo.
Anteriormente, ocupó el puesto de head of retail high street en Cushman&Wakefield (C&W), donde también representó a la firma como Socio de la misma en España. Antes de su incorporación en el año 2011 a C&W, trabajó como director nacional de retail para la firma Roan Inmobiliaria y para otras consultoras del sector, como Aguirre Newman.
Con 20 años de experiencia en el sector inmobiliario y un desarrollo principalmente en el área de Retail, Acha ha desempeñado funciones de responsabilidad en el área de expansión para firmas como Festa Moda y The Phone House, donde desarrolló su red de tiendas en el mercado nacional.
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