9 sep 2025
Si la Costa Azul es la gran pasarela europea, la Costa Brava es su club privado: menos flashes de paparazzi, más litoral para uno mismo y, lo más decisivo, hasta tres o cuatro veces más vivienda de lujo por el mismo dinero.
Solo hace falta mirar los números para entenderlo. En la Côte d’Azur, los apartamentos prime se mueven entre 11.000 y 20.000 euros por metro cuadrado, y las villas alcanzan de 14.000 a 33.000 euros metro cuadrado, en función de la dirección y el acceso al mar.
En Mónaco, con un millón de euros apenas compras 19 metros cuadrados de lujo en las alturas, poco más que una plaza de garaje. En cambio, en la Costa Brava, las propiedades frente al mar se sitúan en 4.500 a 7.000 euros por metro cuadrado. Y en enclaves muy demandados los precios rondan entre 3.000 a 4.000 euros por metro cuadrado. No es una simple diferencia contable: es un multiplicador de estilo de vida.
En la Costa Brava, las propiedades frente al mar se sitúan en 4.500 a 7.000 euros por metro cuadrado
Es cierto que el precio por sí solo no mueve capital sofisticado, pero sí lo enfoca, sobre todo cuando entra en juego la política fiscal. En Francia, la rápida expansión de los recargos en el impuesto a segundas residencias, con muchos municipios aplicando ya incrementos de hasta un 60%, ha elevado notablemente el coste anual de mantener un ‘pied-à-terre’ en la Riviera. Tener una villa de 10 o 20 millones de euros frente al mar sigue siendo un placer… pero cada vez más caro de sostener.
España, en cambio, envía un mensaje más matizado. La eliminación de la Golden Visa inmobiliaria desde este año acaparó titulares, pero es prácticamente irrelevante para franceses y suizos, ya residentes en el espacio Schengen o a un breve vuelo de distancia. Lo que de verdad les importa es lo que su dinero les da en valor de uso: vistas directas al mar, calas tranquilas, playa privada, amarre legal para el barco o una finca señorial con viñedo. Y en esos parámetros, la Costa Brava está ganando protagonismo.
La tendencia se refleja ya en el mercado. En el primer semestre de 2025, las transacciones de lujo en la costa de Girona crecieron alrededor de un 20%, impulsadas por una oferta muy limitada y un apetito internacional creciente.
Los datos generales confirman una subida de precios sostenida desde 2024, todavía muy por debajo de los niveles de la Riviera, pero en clara progresión. La frase que más escuchamos de clientes franceses y suizos este año es: “valor con carácter”.
En el primer semestre, las transacciones de lujo en la costa de Girona crecieron alrededor de un 20%
Y el atractivo no es solo inmobiliario. En 2024, Victoria Beckham eligió Begur para lanzar su colaboración con Mango, situando a la Costa Brava en el radar global del estilo. Sumemos a esto su gastronomía con estrellas Michelin, un vibrante panorama artístico y cultural, y la región empieza a perfilarse como el lugar de descanso mediterráneo de quienes buscan autenticidad sin renunciar al lujo.
La conectividad ya no es un freno. El aeropuerto de Girona, Costa Brava, movió cerca de dos millones de pasajeros en 2024 y su mapa de rutas sigue creciendo, mientras que Barcelona queda a menos de 90 minutos por carretera desde muchos de los puntos más codiciados de la costa.
Y en materia náutica, aunque la Riviera tenga marinas legendarias, la Costa Brava ofrece algunos de los puertos residenciales más amplios de Europa, con kilómetros de canales y miles de amarres privados que permiten pasar del jardín a la cubierta en pocos pasos.
En un mundo donde las grandes fortunas invierten en menos propiedades, pero de mayor calidad y uso real, la ecuación de valor de la Costa Brava es difícil de ignorar. La Riviera siempre estará para festivales y cenas glamurosas; la Costa Brava es para cada otro fin de semana en familia, con el Mediterráneo como vecino y un estilo de vida que vale tanto como la inversión.
Jordi Mercader
Con raíces de la costa catalana, trata de tener una visión global. Tras iniciar su carrera en Barcelona, Mercader pasó casi una década en Londres, en el sector del lujo inmobiliario y la hostelería, construyendo redes y promoviendo el crecimiento estratégico de diversas marcas, incluyendo la cartera de hoteles Accor en Europa. Con experiencia internacional y una red global, Mercader regresó a la Costa Brava para liderar la expansión de Barnes en esta zona como managing partner Costa Brava. Su conocimiento local y su perspectiva internacional le ayudan a ofrecer servicios inmobiliarios a clientes nacionales e internacionales. Ha cerrado operaciones millonarias de villas y ha diseñado servicios a medida para inversores, para tratar de redefinir la inversión en la Costa Brava.
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