Opinión

Nueva normalidad y otros bulos

Lluís Vallès

20 may 2020

Nueva normalidad y otros bulos

 

Aunque lo que se lleva ahora en artículos y posts es hablar de nuevas normalidades y cambios radicales para el futuro, yo seré mucho más realista. Se está hablando mucho de aforos en campos de fútbol, aviones y eventos. Somos conscientes de que en el momento en que la actividad se ponga en marcha, los trasportes públicos de las grandes ciudades van a volver a sus colapsos habituales y no hay ayuntamiento que pueda garantizar lo contrario. En casos como el metro de Barcelona, no es posible aumentar más la frecuencia de convoyes, por lo que difícilmente se encontrará remedio a la saturación que se produce entre las 8 y las 9 de la mañana. Partiendo de este principio no podemos esperar que en el ámbito privado se pueda exigir algo distinto. De igual forma, por mucho que se pretenda dar menos capacidad a las aulas de los colegios, nadie va a poder impedir que en las colas que se forman, así como en los recreos, se rompa toda distancia teórica de seguridad.

 

Lo que sí va a cambiar es que será exigible que toda empresa que conlleve aforo de público o concentración de trabajadores pueda tener un plan de contingencia de cara a futuras pandemias, pero eso no implica cambios permanentes en la manera de funcionar una vez se normalice la situación actual.

 

En cuanto a la vivienda, como ya comenté en un post anterior, habrá migración de apartamentos turísticos a otros tipos de alquiler. Esta migración será mayoritariamente a favor del alquiler temporal (máximo 11 meses) y esporádicamente algunas viviendas pasarán al mercado de larga duración, aunque serán casos marginales, y de ninguna manera en porcentajes del 40%, tal y como he leído recientemente. El precio del alquiler sí que se va a ver afectado, aunque seguramente mucho más en el alquiler temporal (por su aumento radical de oferta) que en el de larga duración, ya que, tal y como he comentado, no va a ampliar significativamente su parque. En cualquier caso, toda variación que se pueda producir será temporal. Esta temporalidad dependerá del tiempo en que la economía pueda superar la situación de desempleo que va a causar el Covid19.

 

Por lo que se refiere a las operaciones de compraventa vamos a asistir a un aluvión de noticias sobre porcentaje de caída de la demanda y de las operaciones. Vamos a oír hablar otra vez del “estallido de la burbuja”, burbuja inexistente en este caso, obviamente. No hay que confundir las caídas de operaciones con la bajada de precios, que, si bien es inevitable que se produzcan, la situación no se asemeja en nada a la crisis 2008-2015. Durante un pequeño período de tiempo habrá oportunidades de inversión, en lugar de una caída progresiva y sostenida, como la que implicó la anterior crisis, en la que ya se purgaron los años de locura colectiva.

 

También se ha hablado de cambios en las tendencias de la demanda en cuanto a dar más importancia a tener terraza o jardín en la vivienda habitual. Evidente es que preferimos un confinamiento lo más ajardinado posible, pero se entiende que quien no se lo podía permitir antes, ahora podrá menos. En el mismo sentido, algunas televisiones privadas también nos han castigado con reportajes en cuanto al cambio de tendencia a favor de salir de las ciudades para vivir en la naturaleza. Siempre encontrarán un personaje inmobiliario que reafirme este tipo de falsas noticias para poder salir en la tele veinte segundos. También hemos tenido que ver en estos “reportajes informativos” algunos arquitectos hablando del cambio de configuración de las futuras viviendas teniendo en cuenta lo que está pasando: más telebasura periodística.

Lluís Vallès

Lluís Vallès

Diciembre de 1997, me llamaron para una entrevista, pasé los siguiente ocho años en el grupo La Caixa, primero en Colonial y luego en Prominmo que finalmente se rebautizó como Servihabitat. Gestionar producto retail me apasionó, era un cajón de sastre con miles de referencias para descubrir, limpiar y poner en el escaparate. Fue un aprendizaje de muchos años gestionando todo tipo de inmuebles, desde derechos de vuelo, a edificios de oficinas. La diversidad de incidencias para resolver hacía de cada día un nuevo reto.  Posteriormente, en 2005 me pasé al mundo de la promoción inmobiliaria, el primer año en MG (actualmente MG Grupo Inmobiliario) y posteriormente 7 años como Gerente de Promociones de Catalunya de ONCISA (grupo ONCE). Desde finales de 2014 soy Property Manager de Calagran SAU, y gestiono un parque de 100 naves industriales en propiedad.